—Despierta, Bello Durmiente... —me dijo una voz cantarina.
Acto seguido sentí un impacto contra mi cara, el cual solo al abrir los ojos descubrí que era una almohada.
Me costó distinguir las imágenes al principio, pero cuando mis ojos se acostumbraron al golpe de luz, vi la imagen de Will frente a mí, sonriente, fragante y vesti...
¿Vestido?
—¿Qué hora es? —chillé, quitándome las sábanas de encima y tentando mi velador inexplicablemente.
—¿Ese es tu "buenos días"? —arqueó una ceja.
—Hablo en serio, ¿qué hora es? —urgí.
—Las seis treinta, Eth —se rio.
Mis pulmones exhalaron un hondo suspiro de alivio y me dejé caer otra vez sobre mi cama.
—¿Contento? —cruzó los brazos con la misma sonrisa.
—Cállate —le devolví no tan amablemente su almohada.
Volvió a reír mientras revolvía un poco su cabello frente al espejo de mesa que había conseguido.
—¿Desde qué hora estás despierto? —formulé.
—Creo que desde hace unos veinte minutos —dijo distraídamente, apartando polvo inexistente de su nariz.
—¿Y por qué no me despertaste?
—Bueno, anoche por mi culpa no pasaste la mejor noche —dijo francamente—. Creí que querrías descansar un poco.
Sin embargo, había algo que aún no me cuadraba.
—¿Will? —dije.
—¿Sí?
—¿Cómo es que estás tan despierto? —pregunté con voz quejosa.
—Red Bull —sonrió levantando de su velador la lata plateada y azul de la bebida energizante.
—¿Eh?
—¿Nunca lo has probado?
—No ha habido la necesidad... —dije torpemente rascándome la nuca.
—Pero bueno, cuando lo necesites no dudes en probarlo. Red Bull te da aaalas... —canturreó finalmente.
—Claro, lo que digas —sonreí frotando mi ojo.
—Bien, date prisa —me dijo Will—. No eres fanático de llegar tarde, ¿o sí?
Quince minutos más tarde había salido de la ducha con el cabello húmedo, una camiseta delgada y suelta de color azul oscuro, jeans y zapatillas negras.
Dios, tenía tan poca energía...
El agua tibia de la ducha no había hecho más que adormecerme aún más, no me había sentido tan cansado en bastante tiempo y Will (el maldito de Will), se paseaba a mi lado todo vitalidad y ojos saltones contándome sonrientemente su aventura.
A pesar de que quería estar resentido con él por el pre—ataque de psicosis que me había hecho sufrir la noche anterior me era sencillamente imposible. Sobre todo cuando veía cómo sonreía al llegar a un detalle de su historia que le parecía especialmente emocionante o cómo exageraba las características de ese mundo exterior que yo muy pocas veces había visitado en época escolar.
—Johanna tenía razón, no es muy decente que digamos, pero es interesante... y bastante divertido —me comentó.
No sé en qué momento empecé a interesarme de verdad.
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All I need is you © [AINIY #1]
RomanceEthan es normal. Ethan tiene a Johanna, su mejor amiga. Ethan es gay. Sus padres no lo saben. Y la reaparición de un amigo de la infancia hará tambalearse todo el equilibrio de su vida... *** La llegada al internado Henderson Green de Will Robin...