All I need is you © [AINIY #1]

13

El viernes a las dos de la tarde todos los estudiantes de mi año, maletas en mano, salieron del internado en fila india ante la atenta mirada del resto.

Habíamos hecho dos columnas. Johanna, arrastrando una maleta con ruedas de color granate se encontraba a mi lado, y justo delante de mí estaba mi rubio amigo con tan solo una mochila negra sencilla, vistiendo jeans y camisa a cuadros, la melena alborotada como de costumbre. Junto a él una preciosa azabache de melena brillante con lejeans negros, una blusa ceñida de tirantes color rosa pálido y sobre ella una casaca jean. Ella, al igual que Johanna, arrastraba consigo una maleta rodante.

Iban a paso elegante, tomados de la mano. Yo por mi parte no pude evitar observar sus dedos entrelazados. Ella, toda piel tersa y suave, uñas pintadas de rojo oscuro y un bonito anillo dorado en el anular izquierdo, unida con la mano de él, varonil y considerablemente grande a comparación de la de ella.

En un punto antes de llegar al bus que nos llevaría, repentinamente Valerie se puso de puntillas y le dio un casto beso en los labios a Will, lo cual provocó en Johanna un pequeño espasmo. Le di un suave codazo.

Había dos buses, así que tuvieron que formar dos grupos. Subí al primer bus junto con Johanna, sentándome a su lado. Will tuvo intención de sentarse delante de mí, pero Valerie tomó su mano y luego de lanzarle una traviesa mirada, lo arrastró hasta los asientos finales.

Johanna resopló.

—A ver, ¿qué pasa contigo? —le susurré.

—¿Qué? —dijo ella, haciéndose la inocente.

—Sé que no te agrada Valerie, pero no lo grites a los cuatro vientos, ¿de acuerdo? —reprendí suavemente.

Me miró por unos segundos, apostaría a que aún tenía ganas de llevarme la contraria. Pero finalmente suspiró, cediendo.

—No puedo evitarlo —gruñó.

—Aún no comprendo por qué te cae tan mal —dije sinceramente, colocando mi mochila azul sobre mis piernas—. Si la analizas bien, en realidad no es tan mala.

—Solo es que... su personalidad no me agrada —dijo ella.

—¿Por qué?

—No lo sé, solo... Ashburn, es una perra.

—¡Johanna!

—Perdón —puso los ojos en blanco.

—Oye, si te refieres a lo que acaba de hacer... —dije significativamente— Johanna, ellos son novios, yo creo que es normal en alguna pareja de adolescentes en estos tiempos... ya sabes...

Incluso por mis propias palabras me ruboricé. Además, era como una espinita en mi alma.

—No es por eso —dijo Johanna—. Yo sé que es natural. Solo que viniendo de ella... no sé, es como escalofriante. Y no me digas que no te has dado cuenta de que muchas de las cosas que dice a veces son propias de la típica bruja que finge que no se da por enterada.

Me quedé callado.

—Sé que Will tampoco es ningún santo —continuó—. Pero Valerie lo supera por mucho. Además, no creas que no he visto cómo los miras cuando están juntos.

Bajé la mirada, azorado.

—No es posible que me agrade cuando hace sufrir a mi mejor amigo —me susurró, deslizando una mano por mi espalda—. Es una hipócrita, y si alguien se merece estar con Will, déjame decirte que no es ella, sino tú.

Le lancé una débil sonrisa de agradecimiento. Eso dio por finalizada nuestra conversación y nos mantuvimos el resto del camino jugando un pequeño juego en su celular.