Capítulo 17

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Pasaron los minutos y Luke seguía sin llegar. Mi teléfono volvió a sonar con un mensaje entrante, era de Paula.

"Disfruta de la cita, bomboncete."

La boca se me cayó al suelo. Luke se lo habría contado, porque desde luego yo no había dicho una palabra al respecto.

No quería que nadie lo supiese por si salía mal, seguía pensando que yo era muy poca cosa para él y que solo aguantaríamos un par de días hasta que él se cansase.

Hablé un rato con Paula, me dijo que Luke le había pedido consejos y que le había preguntado sobre cosas que me gustasen. Me reí.

Alguien dió dos golpecitos en mi hombro, levanté la mirada y ahí estaba mi cita.

Sonreí al darme cuenta de que no llevaba los pantalones anchos de siempre. Iba con unos pitillos vaqueros y una camiseta blanca de Green Day. Casi me arrodillo delante suya y le hago alavanzas.

Green Day es uno de mis grupos favoritos.

Tenía una mano en la espalda, como escondiendo algo. Me puse de pie e hice un gesto con la cabeza, señalándole el brazo.

Se le escapó un "oh" y sonrió. Detrás de su espalda llevaba un ramo de margaritas, no era grande, menos se diez flores, así que cabía en un puño cerrado.

Me llevé las manos a la boca.

"Me encantan estas flores."

"Lo sé." Dijo, y fui a coger el ramo pero negó y se señaló la mejilla, pidiendo un beso a cambio. Me reí y le di lo que me exigía.

Empezamos a andar hacia nosédónde. Jugueteé con las flores mientras hablábamos de ningún tema en particular, él se metió las manos en los bolsillos, un gesto al que ya me estaba acostumbrando.

Al cabo de diez minutos, llegamos a un parque al que nunca había ido. Miré a todos lados, intentando reconocer algo, alguna pista que me dijese dónde estábamos, pero nada.

Era una zona enorme, llena de césped y bancos, habían árboles y unos columpios. También había gente paseando, me froté la nariz y Luke me miró. Pasó un tiempo hasta que habló:

"No hagas eso." Me puse el pelo detrás de la oreja y levanté las cejas.

"¿El qué?"

"Rascarte la nariz, de esa manera. Yo- Solo, no lo hagas." Vale, que alguien llame a un loquero. ¿Qué cojones? ¿Se supone que a partir de ahora no me puedo tocar la nariz? Eché las manos al aire diciendo que estaba irritada.

"Estás loco." Él se rió. Aparté la mirada para seguir mirando al parque. "Nunca había estado aquí, me encanta." Luke me miró.

"Es una zona distinta de la ciudad. Nosotros solemos ir por el centro. Encontré este parque cuando vine a visitar a un amigo hace tiempo, me gusta bastante venir aquí." Empezamos a andar hasta encontrar un puesto de perritos calientes. Decidimos acercarnos a comer algo. "Dos perritos, por favor." El señor los preparó según Luke le dijo, y se los entregó. Luke se giró a mirarme mientras le daba un bocado a una de las salchichas. "¿No vas a pedir nada?" O sea que, esas dos eran para él. Me reí y pedí otro. Nos sentamos en un banco cerca de los columpios.

"Aparte de estar loco, eres un bestia comiendo." Giré la cara para mirarle comer.

"Poco a poco vas conociéndome más, Dani. Poco a poco." Le dió un mordisco al perrito haciendo que todo el ketchup le saltase a la cara. Solté una carcajada y me empecé a reír descontroladamente.

"¡Te dije que te habías pasado poniéndote ketchup! ¡Te lo dije!" Luke sonrió negando con la cabeza, yo me eché una mano a la boca y me continué riendo balanceándome hacia alante y atrás. Él intentó limpiarse con la servilleta que envolvía al perrito, pero también la tenía manchada de salsa. Cogí mi servilleta y con una mano le cogí de la barbilla, haciendo que se girase a mirarme para poder limpiarle. Tardé un poco en darme cuenta de la mala idea que había sido, ya que nuestras caras estaban muy pegadas y podía sentir su respiración en mi boca. Examinó todo mi rostro, y yo intenté no ponerme colorada mientras terminaba de limpiarle.

"Vale, pues- Ya está." Me aparté y miré hacia abajo, disimulando limpiando mis manos con el mismo papel. Luke se giró para mirar al frente y se pasó una mano por el pelo. Me coloqué el pelo detrás de la oreja y tragué saliva.

"Casi se me olvida decírtelo, mi cover tiene casi cien visitas ya, y la gente deja comentarios realmente buenos." Nos miramos y le sonreí.

"Deberías subir otra."

"Ya veré, ahora hay cosas más importantes." Fruncí el ceño, Luke sonrió de lado. Nunca, repito, NUNCA me había gustado la gente que sonreía de lado. Pero él hizo que se me revolviese el estómago. Me mordí el labio inferior de forma inconsciente.

"¿Qué otras cosas?"

"Ya sabes, el instituto, la familia... Además, hay una chica que me gusta bastante." La cara se me deshizo. Una chica. Esto no era una cita, me estaba utilizando para que le diese consejos sobre alguien... Alguien que fuese cercana a mí... Elena. Aparté la mirada y me rasqué un brazo. Pensé que yo le gustaba, pero obviamente siempre me había parecido extraño que yo le llegase a gustar a él. Elena, quería que le ayudase a acercarse a Elena, por eso me hacía tanto la pelota.

"Pues si querías que te ayudase con esa chica, te has equivocado. Deberías haberselo pedido a Paula, ella conoce mejor que yo a Elena." Me puse de pie y me coloqué la chaqueta. Luke se levantó y me pegó un tirón del brazo, haciéndome girar. Me agarró de la nuca y me besó. Abrí los ojos de la impresión, continué el beso y nos separamos cuando ninguno de los dos tenía respiración. Luke bajó sus manos hasta el final de mi espalda. Nuestras respiraciones iban rápidas y ambos nos miramos durante un momento hasta que Luke me sonrió.

"¿Cómo que Elena? ¿De qué ayuda hablas?" Me sonrojé más de lo que ya estaba y me cubrí la cara con ambas manos.

"Pensé que me estabas utilizando para ayudarte con Elena- Yo..." Luke se rió y me apartó las manos y volvimos a sentarnos en el banco. Mi corazón iba a salirse de su sitio.

"No es Elena. Es una chica que conoces bastante, es rubia, tiene unos ojos azules increíbles y no tienes ni idea de lo fuerte que grita en las montañas rusas." Negué con la cabeza sin dejar de reírme. "Me pongo bastante nervioso cuando está cerca de mí. Y no tengo ni idea de qué hacer para poder decirle cómo me siento." Me miró, ya no nos reíamos, sólo nos mirábamos. "Sería capaz de hacer cualquier cosa para conseguir que ella sintiese lo mismo. Llevaría esa colonia que tanto le gusta todos los días, le compraría todos los peluches de unicornio que existen, le daría clases de matemáticas a todas horas y dejaría que comiese plátano a mi lado. Subiría miles y miles de covers solo para hacerle saber cuánto me importa lo que ella piensa de mí. Le regalaría margaritas en todas nuestras citas, la llevaría a cualquier sitio que no conociese. Pero no sé si ella siente lo mismo."

La sangre no me llegaba a el cerebro, debería estar soñando, no podía ser real. Se formó un nudo en mi garganta y no podía dejar de mirarle. Apreté la boca y él esperaba que yo dijese algo.

"Creo- Ella estaría loca si no sintiese lo mismo." Nos acercamos en un movimiento increíblemente rápido y juntamos nuestros labios otra vez. Nos separamos y apoyamos nuestras frentes juntas. "Pero no lleves esa colonia, me gusta más tu olor propio."

Amnesia || l.h (Temporada 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora