Capítulo 36

9.1K 704 42
                                    

"Necesito hablar." Fue lo único que dijo cuando descolgué el teléfono. Suspiré y esperé hasta que hablase. "En una hora en el parque donde... Ya sabes, en el parque." Colgó y tragué saliva.

A la hora siguiente, divisé una melena rubia detrás de un árbol. Caminé hasta donde encontré a Luke apoyado contra dicho árbol. Levanté ambas manos en gesto de saludo, él me miró de arriba a abajo con la mandíbula apretada y las cejas fromando una línea. No era capaz de mirarle a los ojos, me sentía indefensa y me di cuenta de que hacía mucho tiempo que no me sentía así.

"Por qué." Dijo Luke, apartando la vista.

"Porque soy una cobarde."

"Te estoy pidiendo motivos que yo aún no conozca." Parecía que me daban una puñalada justo en el corazón, cogí aire. No iba a permitir que me viese llorando otra vez.

"¿Qué narices quieres que te diga? ¿Crees que no sé que eres como los demás? Oh, claro que no, tú eres un angelito caído del cielo que nunca hace nada malo y solo quiere lo mejor para todos."

"¡Cierra la boca! No tienes ni idea, ¿y tú crees que eres la única que lo ha pasado mal? Deja de hacerte la víctima por un solo momento en tu vida y abre los ojos." Luke habló gritando, la vena del cuello se le hinchaba amenazando con explotar de la rabia. "Te quiero, y nunca antes había sentido esto por alguien. Tengo miedo. Tengo miedo de que pase algo que se vaya del alcance de mis manos, que sea como un tornado y arrase con todo." Le falló la voz varias veces, como si estuviese a punto de llorar o de gritar otra vez.

"Sabía que iba a pasar esto, por eso traté de evitarlo durante el mayor tiempo posible." Hablé después de unos instantes de silencio.

"Si me lo hubieses contado el mismo día que te enterastes, no habría pasado nada. Habríamos sabido vivir con ello. De todas formas es solo un mes, ahora hay Skype y todas esas cosas que ayudan en las relaciones a distancia..."

"Las relaciones a distancia nunca funcionan."

"Eso es lo que se suele decir, pero nosotros lo podríamos hacer funcionar." Me miró y después negó con la cabeza. "Esto es ridículo, ¿quieres hacer el favor de mirarme?"

"Creo..." Intenté decírselo pero me arrepentí antes de contarlo. Luke agachó el cuello para mirarme a la cara.

"¿Crees...?"

"No va a funcionar, nos vamos a hacer daño. Voy a estar en la otra punta del mundo."

"¿Sabes qué? Lo que yo creo es que no sabes cómo cortar conmigo, buscas cualquier excusa y-"

"¡No! Luke, no es eso. Yo te quiero pero..."

"Ni peros ni mierda. Igual que me dijiste tú la semana pasada: haz lo que te dé la gana. Cuando lo tengas todo claro avísame, porque sabes que yo seguiré estando en mi casa para cuando vuelvas de España." Dio media vuelta y comenzó a caminar.

"¡Tienes razón, Luke! ¡Ya lo tengo todo claro! ¡Que te den!" Grité y él no dejó de caminar. Me dejé caer al suelo, vi cómo se alejaba y me entraron ganas de desaparecer. No había nadie en el parque, eran las tres de la tarde.

"Qué he hecho." Pensé mientras me tumbaba y arrancaba pequeños trozos de hierva.

-

En mi habitación habían dos maletas de metro y media cada una. No sabía qué tiempo hacía en España, pero según Rose siempre hacía calor. De todas formas eché toda la ropa posible, calculando el espacio que iba a necesitar.

Faltaba un día para irme, ya me había despedido de todos.

De todos menos de Luke.

No habíamos vuelto a hablar desde aquella vez en el parque, y él no había asistido mucho a clase durante las últimas semanas.

El día de antes de coger el avión, los chicos vinieron a mi casa para terminar de hacer las maletas. Todos nos sentamos en mi cuarto, mirándonos los unos a los otros.

"Llámanos de vez en cuando."

"Todos los días." Respondí.

"Y avísanos de todo lo que vaya pasando, si necesitas que vayamos algún día o algo." Dijo Ashton, sonriéndome. Aquello en lugar de hacerme feliz, me entristeció. No quería dejarles, sabía que en mi destino me esperaba bastante sufrimiento. Volver a ver a mi padre, tener que recordar todo...

"Te vamos a echar mucho de menos."

"¡Abrazo de grupo!" Se echaron encima mía, excepto Sofía y Yulai que no cabían y tuvieron que esperarse a que los demás se levantasen para poder abrazarme.

Se fueron y me quedé otra vez sola, esperando a que llegase mi poder de parar el tiempo, o retroceder para poder hablar con Luke. Pero ya era demasiado tarde.
A las seis de la mañana me subí al coche en dirección al aeropuerto. Tenía pensado llegar allí, esperar a mi avión e irme, pero mis planes se vieron trucados.

"¡Sorpresa!" Gritaron a la vez. Me llevé las manos a la boca y mis bolsas cayeron al suelo. Elena vino corriendo hacia mí y me abrazó, levantándome por los aires. Habían comprado globos y Calum y Michael llevaban unas cartulinas.

"Te queremos. Vuelve pronto." Leí en voz alta. "Sois los mejores." Los dos me envolvieron en un abrazo y, de pronto, alguien carraspeó la garganta. Sabía quién era, no me hizo falta mirarle para saberlo.

Había estado soñado este momento durante las últimas semanas, pero de repente no quise que estuviese allí. Quería que se fuese lo más lejos de mí y desapareciese para siempre.

"Hola, Danielle." Me dijo.

"Hola, Luke."

"Sé que terminamos mal, pero... Te he escrito unas cosas por si acaso te aburres o no sé, por si las cosas se ponen mal." Me miró y extendió la mano sujetando varios sobres. Le miré directamente a los ojos, tantos recuerdos y tantas memorias que nos quedaban por vivir se habían perdido, ya no habían más oportunidades. Cogí las cartas sin decir una palabra. En un gesto rápido me dió un abrazo, por un momento quise separarme, pero terminé hundiendo la cara en su cuello. "Te voy a echar de menos."

"Yo también a tí."

Amnesia || l.h (Temporada 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora