Amnesia || l.h (Temporada 1)

Capítulo 35

Volví a estornudar y los auriculares se descolgaron de mis orejas. Febrero de 2012, el resfriado más fuerte de mi vida. Solté todo el aire por la boca y cogí el móvil otra vez. Luke me había saludado justo antes de que yo estornudase por quinta vez en el mismo minuto.

>¿Qué tal?

<Mal.

>Oooh, casi me olvido de que estas enferma. Quizás lo único que necesites sea un poco de amor del Señor Amoroso.

Le envié una foto de mi mano, enseñándole el dedo corazón. Luke tardó un instante en mandarme una foto suya, como lanzando un beso al aire. Me reí y comencé a escribir.

<Quién eres y qué has hecho con Lukita.

>Ya te lo he dicho, soy el Señor Amoroso y vengo a curarte tus penas.

<No tienes idea de cuánto odio los típicos motes de pareja.

Me llegó una foto de su mano con algo escrito.

"Tú y yo bebé x siempre mi cari." Leí en voz alta.

<Puedo hacerlo mejor.

Dije, retándole.

>A saber.

<Necesito una pared blanca y varios botes de spray.

>Tú estás fatal.

<Fatalmente henamorada <3 <3

>Dios, menudo retraso.

Imité su foto del beso y se la envié, en unos segundos tuve una llamada entrante suya.

"Me duele la vista." Me dijo, mientras reía.

"No estoy segura de tomármelo como cumplido." Volvió a reír.

"¿Por qué no vienes? ¿Quieres que vaya yo a tu casa?"

"No, te puedo pegar el resfriado."

"¿Y qué? Vamos, Dani. Es viernes y va a llover, déjame ir."

"No."

"Pooooooooooooooor faaaaaaaaaa." Reí. La verdad es que hacía bastante desde que Luke no venía a mi casa, pero no tenía ninguna gana, por una parte estaba mi constipado y por otra... La semana siguiente harían nueve meses desde la muerte de Paula. Conté los días que faltaba para que hiciese un año.

"Mierda." Se me escapó, sin acordarme de que estaba hablando con Luke.

"¿Qué pasa?" Que en un mes me iba a España y aún no le había contado nada.

"Yo- Luke, no. Dios, tengo que colgarte."

"¿Danielle? ¿Qué naric-" Fue lo último que escuché antes de acabar la llamada.

Me puse de pie y comencé a dar vueltas por toda mi habitación, me dió un mareo impresionante que me obligó a tumbarme en el suelo. Quedaba tan solo un mes para irme, no podía ser, el tiempo había pasado demasiado rápido. No me lo creía.

Pegué un grito de angustia y de rabia, acompañado por un llanto intenso.

Me fui a la cocina de donde agarré la bolsa de medicamentos, no encontraba las pastillas que me había tomado tiempo atrás. Esto era una mierda, todo era una mierda. Tiré la bolsa al suelo y fui corriendo hasta mi habitación. La respiración se iba de mi alcance y era ella la que me controlaba a mí.

Respiré, luché por dejar de llorar como una niña pequeña pero no podía. Me sentía como una muñeca de trapo controlada por otra persona.

"Das asco. Mentirosa. Sucia. Muérete ya." Repetí constantemente, me pasé una mano por la cara. "Esto da asco. Das asco. Das asco. Muérete."

Sabía que me estaba quedando sin fuerzas, me dejé caer hasta llegar a tumbarme otra vez en el suelo. Cerré los ojos, no era capaz de dejar de llorar.

-

El sonido del timbre perforó mis oídos, obligándome a abrir los ojos. No sabía qué hora era, pero si seguía en el suelo era porque mi madre aún no había llegado.

El timbre volvió a sonar y me puse de pie. Antes de abrir la puerta me lavé la cara y bebí agua.

"Joder, he venido lo más rápido posible. Me has dado un susto enorme." Luke me abrazó, apoyé la cara en su hombro y comencé a llorar otra vez. "Oye, no. No, ¿qué pasa?" Negué con la cabeza pero algo me dijo que era el momento, parecía que me estuviesen susurrando que era ahora o nunca. "Vamos a sentarnos." Me agarró de la mano y nos dirigió hasta el sofá. Se sentó y luego me sentó a mí encima de sus muslos.

"Luke yo..."

"No pasa nada." Me acarició el pelo, supe que él se estaría imaginando que yo había estado con otro chico o algo incluso peor.

"No te he puesto los cuernos." Dije, antes de preocuparle más.

"Menos mal, porque pensaba que era eso." Le sonreí y dejó un beso en mi mejilla.

"No te merezco." Susurré.

"Ya empiezas a decir gilipolleces."

"Lo digo en serio, no te he contado la verdad."

"¿A qué te refieres?"

"A mi vida, Luke. No sabes nada, pero no por tu culpa, sino por la mía."

"Pero dijimos que me lo contarías cuando pudieses, tampoco hay prisa."

"Sí que la hay, porque en un mes me voy." Me levanté de su regazo y me senté al otro lado del sillón.

"¿Qué?"

"Me voy a España, tengo que ir a varios juicios por el tema del divorcio de mis padres."

"¿Qué?" Volvió a decir, me di una patada mental porque no paré de lloriquear en ningún momento.

"Mis padres se divorciaron cuando yo tenía nueve años, mi padre maltrataba a mi madre. Yo intentaba ponerme en medio y evitar que ella recibiese los golpes, por eso al final yo también salía mal parada. Nos insultaba, nos hacía sentirnos los seres más despreciables del mundo. Nunca venía nadie a mi casa, yo tampoco salía. A los diez años conocí a mis primos que son mayores que yo. Mi padre se fue a España y nos dejó a mi madre, a mi hermano y a mí aquí. Ahora tiene un negocio y según lo que he escuchado, tiene bastante dinero. Hace un año más o menos me llegó una carta que decía que mi padre había denunciado un secuestro: según su historia, mi madre se fue a la otra punta del mundo conmigo y con mi hermano de forma ilegal. Eso es obviamente mentira, pero lo hace porque está loco y quiere hacerle daño a mi madre. ¿Vale? Eso es todo. Ahora puedes ir a reírte de mí o a hacer lo que te dé la puta gana." Terminé en un susurro y me abracé a mis piernas, esperando a oír el sonido de la puerta al cerrarse.

Pero en lugar de eso, me rodeó un silencio inmenso que fue cortado por un suspiro.

"Lo sabes desde hace un año... ¿Cuándo tenías pensado decirmelo?"

"No lo sé. Tenía miedo de que te alejases de mí al saber la verdad."

"La verdad es que tu padre es un capullo, pero la confianza es lo primero que se necesita en una relación, Danielle."

"Lo sé." Se frotó la cara e imitó mi postura, los dos abrazados a nuestras propias piernas.

"¿Cuánto va a durar el viaje?"

"Un mes o más."

"Eso es..."

"Una mierda." Terminé su frase.

"No me creo que no me lo hayas contado." Se puso de pie y me miró. "Voy a dar una vuelta, tengo que pensar."

Cuando se fue me quedé en silencio. ¿Y ahora qué? ¿Qué tenía que pensar?