La mañana de aquel lunes presumía de ser normal, tan aburrida como comúnmente eran.
Tanto él, como Shownu y Wonho habían tratado de dejar atrás aquel aterrador viernes en la noche.
Los tres se habían prometido que no le dirían a nadie mas sobre lo que vivieron y que continuarían sus vidas como si nada, sobre todo no volver a hablar del tema. Algo bastante difícil cuando habían dicho que iban a volver.
Lee Jooheon estaba aquella mañana arreglándose para asistir al colegió. Unos simples jeans junto a una playera negra sin estampado. Se peino hacia atrás y se colocó su chaqueta negra favorito. A pesar de tener aquel aspecto rudo y sexy, era un chico divertido, un poco inmaduro, casi un niño.
Tomo sus cosas y fue rumbo a la escuela.
En la mañana saludó a sus amigos brevemente y fueron a sus respectivas clases, la mala suerte de no estar en el mismo curso.
Durante el fin de semana y parte de la mañana había pensado en aquellos ojos negros y esa piel cremosa. Los suaves labios se quedaron tatuados en su mente y por mas que tratara no podía evitar tener una sensación de vacío. Ese beso le gusto, le encanto, estaba asustado de lo mucho que lo hizo.
—Hey idiota —
La campana de receso sonó y la voz llamándolo lo saco de su ensoñación.
—¿Ya vienes a joder Gun?—
—Si ya sabes, para que preguntas —
Ambos rieron y se dirigieron al comedor.
—Olvide decírtelo pero hoy me enamore, tres veces para ser exactos —
—¿De que mierda hablas Gunhee?—
—Hoy llegaron tres estudiantes de nuevo ingreso, dejame decirte que son los mas ricos que esta escuela a tenido y sabes que no hablo del dinero —
Después de comprar su comida caminaron hacia la mesa vacía cerca de la venta, justo donde ellos dos junto a Shownu y Wonho acostumbraban a comer.
Tomaron asiento y siguieron conversando cual par de amigas chismosas.
—Y tu por alguna razón piensas que alguno te hará caso —
—Ruego que así sea pero no me molesta solo mirar, no te miento cuando te digo que están a otro nivel. ¡Mira! ¡Mira! Aquí vienen —
Mas por curiosidad que por otra cosa, giro la cabeza para ver a los recién llegados y la visión que lo había perseguido desde el viernes estaba materializada ahí, en jeans negros y una chaqueta de mezclilla.
Iba con los otros dos, verlos juntos era bastante abrumador por lo que todos tenían la mirada sobre los nuevos. Cuando la mirada del pelinegro lo encontró, este le sonrió inocentemente y camino hacia él. En vez de ignorarlo o matarlo, el demonio se sentó en su regazo y dejo un pequeño beso en la comisura de sus labios
—Hola abejita. Ya que tu no fuiste por mi, yo vine por ti —
Gunhee estaba con la boca abierta ¿Cuando su amigo había cazado a ese sensual ser y por que no le pasaba el secreto?
Changkyun dirigió su mirada a Gun.
—¿Eres su amigo? ¿Es normal que casi no hable?—
—Si, lo soy. Gunhee, un gusto. No te preocupes, siempre ha sido un pendejo —
El menor soltó una linda risa, cautivando a los dos mayores.
—Me agradas Gunie ¿Puede llamarte así?—
—Por supuesto —
—Perfecto Gunie, esperó poder hablar contigo luego, los amigos de mi abejita son los míos —
Jooheon había entrado en shock pero ahora no podía dejar a su amigo a merced de un demonio, no a otro.
—Acompañame— Por primera vez había pronunciado palabra.
Tomo a Changkyun de la muñeca y lo llevó con él al salón de musica que estaba desierto a esa hora.
—¿Vas a cojerme aquí?—
—Aclararemos un par de cosas...demonio. En primera, mi nombre es Jooheon, no "abejita". Y por último, no voy a tocarte de ninguna manera —
—...¿Que?—
—Que no tendremos sexo —
—¡¿Y por que verga no?!—
—Vaya, que boca —
—Eso no responde a mi pregunta —
—Por que no quiero, eres un demonio y yo no quiero condenar mi alma. No puedo, no quiero y no lo haré, ni siquiera puedo procesar que seas real —
Como recordaba la última vez del otro demonio, Changkyun cerro los ojos y los abrió ahora mostrándolos negros por completo, lo había hecho enfadar. Él demonio lo tomo del cuello y lo estrelló contra la pared.
—Escuchame bien pendejo reprimido, tu vas a cojerme tan duro que me vas a partir en dos, y no me importa tú innecesaria opinión —
—No puedes obligarme —
—No va a ser necesario, tú vas a venir rogándome por que te deje estar dentro de mi—
—Estas loco —
—Puede ser, pero al menos yo no tengo miedo de lo que siento. ¿Crees que no note lo miedoso que eres, cariño? Es una lástima que algo como el miedo te frene
—¿Quien dice que tengo miedo? Disculpame pero quiero ir al cielo —
—No necesito tener poderes para saber qué me estás mintiendo, ñoño —
—Lo confirmo, estas loco —
—Muy bien mentiroso de mierda, pudimos haber hecho esto por las buenas, sólo una cogida y ya, pero tenías que hacerme las cosas más difíciles y sobre todo, me hiciste enojar. Esto no te lo voy perdonar tan fácil Lee Jooheon —
Envolvió el cuello del castaño entre sus brazos y dio un pequeño brinco, sosteniéndose con sus piernas en las caderas de Jooheon. Aprovecho la impresión del otro para besarlo e introducir su lengua en la boca contraria.
Sus acciones ahora contradecían lo que había estado queriéndose creer, tenía las manos apretujando y sosteniendo a Changkyun del trasero, desde el primer segundo que le beso, le correspondió. Acariciaban una lengua contra la otra de una forma tan violenta y placentera. El pelinegro se estaba empezando a separar de él y de un segundo a otro ya estaba de pie, a punto de salir del desierto salón.
—Nos vemos abejita, ten presente que desde ahora no tendrás las cosas fáciles y es todo por tu culpa y por ser tan pendejo para retarme. Adiosito...¡Ah! Antes de que salgas creo que deberías hacer algo con tu amiguito, se nota que lo deje muy animado —
Si, desde ahora las cosas serian mas difíciles para él.
✨✨✨
Yo escuchando From Zero
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