7. Yo también te deseo Agustín.

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Capítulo 7

— Amiga aceptalo — dijó agarrandome mi mano — Estás enamorada como una loca de Agustín. 

— ¡¿Me estás hablando enserio?! ¡¿Cómo se té ocurre decir algo así?! - estaba algo alterada por lo que dijo.

-- Mierda, Carolina. Te conozco.

¡Pues está ves te equivocaste, Valentina! ¡Es el futuro esposo de mí hermana!

— ¿Y eso qué? ¿No me digas que no lo deseas?

— Por supuesto que no. ¿Podemos dejar de hablar de él?

— Como quieras. Solo no me digas que no te lo advertí. — asentí.

Me senté en el sofá juntó con la rubia. En unos minutos se escucó como alguien bajaba las escaleras, volteo a verlo y obviamente era él.

Joder, se ve tan ardiente como ese traje tan formal.

— Hola, Guapo - dijo Valentina, yo sólo la miré fijamente.

— Hola Valentina... — Su mirada se encontró con la mía.

Esos  ojos que me encantan y que me traen loca me miraron. Duramos unos segundos así hasta que se escucha como tocan la puerta.

Agustín se acerca abriendola. Allí estaba un chico castaño y muy guapo pero ¿Quién es?

— ¡Hola! Mierda, pero cuanto tiempo, hermano. — Se abrazaron.
Yo y Valentina nos miramos confundidas.

— Ah, Te presento a Carolina ella es... la hermana de Belén. Y ella es...

— Valentina, Valentina Zenere. Un placer, guapo — interrumpió a Agustín y le guiñó el ojo al chico castaño.

El chico castaño solo hace una pequeña sonrisa tímida.

— Mucho gusto. Yo soy Michael Ronda - dijo el castaño.

La mirada de Valentina era ¿Extraña? Ya tenía algo de tiempo que no la veía con esa mirada de ¿Enamorada?

Valentina siempre fue una rompe corazones. ¿Cómo no serlo? Ella es hermosa y cualquier hombre está a sus pies.

Entró el chico y Agustín sólo me veía, era un poco incómodo pero me iré acostumbrado.

— ¿Ustedes qué son? — preguntó Valentina mirando a Agustín y a Mike.

— Somos como hermanos... Pero él es mi mejor amigo — Habló Agustín, estaba algo serio.

— ¿Qué les parece si vemos una peli? Los cuatro. — dijo Valentina muy entusiasmada.

— Perdón. Pero yo tengo que ir a buscar un empleo, y Mike me va acompañar.

— Como quieran. Adiós guapo. — Valentina le sonrió a Mike, y el hizo lo mismo.

Mi amiga si sabe cómo ser una perra.

Al irse ahora ambas estábamos calladas.

— Qué vamos a hacer? — pregunté.

— Hasta qué hablas. Pensé que te había comido la lengua el gato. Es verdad, fue Agustín.

— ¡Valentina!

— Creo que debo irme. Mi madre hará una cena de mierda, con gente que ni conozco, y que soy hija de mami y debo de estar ahí. Sé que dije que me iba a quedar pero los planes cambiaron.

— ¿Porqué no te quedas? Solo un rato más.— le estaba suplicando, no me quería quedar sola.

— Realmente eso quiero.Pero ya sabes cómo es mi madre. Mañana vengo ¿De acuerdo?

Te Necesito Bernasconi - AguslinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora