19. El tiempo se agota.

251 21 5
                                    

Narra Carolina.

Agustín a estado cambiado conmigo últimamente estos día conmigo, es más cariñoso, más atento, más lindo. Después de aquella noche donde llegue totalmente ebria no tuvimos sexo solo dormimos juntos y al día siguiente hablábamos.

Pero como nada me puede salir bien. Últimamente Belén se a sentido mal, vomita mucho y tiene mareos.
Mi madre dijo que era por los nervios de la boda pero yo la verdad no creo que esa sea la razón. Y eso me aterra.

Respecto a Jackson. Esta comenzando asustarme, él sigue acosándome, yendo en todo momento a mi casa, siempre preguntándole a valentina sobre mi.

Ahora estoy aquí con Agustín en la cabaña donde me entregué a él complemente. Como olvidar aquella noche. Este siempre será mi lugar favorito.

Aún no puedo creer que esto este pasándome. Me enamore de él como nunca lo había echo.

— Hey, ¿Si me escuchaste? – Me pasa una mano por la cara.

– ¿Qué? Lo siento.

– Te dije que, ¿Qué tienes pensado hacer por tu cumpleaños?

Mierda, Es cierto.

– No lo sé... nada supongo.

– ¿Nada? Carolina es tu cumpleaños número 19.

– Pero yo no quiero nada. Además, Belén y mi madre están demasiado ocupadas con el asunto de la boda... De tu boda. No creo que les interese mi cumpleaños.

No puedo creer por qué aún no a cancelado su compromiso.

– Lo sé... Que desafortunado será el hombre que se case con tu hermana. – Dice con una sonrisa burlona para después comenzar a reírse.

– Y ese hombre eres tú. – Lo mire sería.

– No lo creo. Voy a cancelar la boda. No quiero casarme,a menos que sea contigo. – Me agarra delicadamente de la mano y me da un beso tierno sobre ella.

– Estas bromeando ¿verdad?

– No, Odio las bromas.

– ¿No vas a casarte con ella? —
Mi cara era más de felicidad que de asombro.

– No, A quién realmente quiero es a ti. Estoy enamorado de ti Carolina.

Su mira esta fijada a mis labios y acercándose poco a poco hasta que sus labios ya estaban sobre los míos.

– ¿Ya no soy una niñata mimada y consentida?  – sonreí entre sus labios.

– ¡Oh claro que lo sigues siendo! Pero ahora eres mi niñata mimada y consentida.

Vuelve a besarme pero está vez más dulce y lindo. No un beso con otras intenciones, Solo es un beso con amor.

– Te quiero Agustín.

– Te quiero Carolina. Y mucho.

Pasaban las horas y yo y Agustín seguíamos en esa cabaña era como un escondite secreto donde solo éramos el y yo, Sin Belén, Sin mi madre, Sin que nadie se interponga entre nosotros.

– Vamos a cenar de acuerdo.

Dijo Agustín y yo solo asentí.

Fuimos a un restaurante común, pedimos nuestro buffet y comenzmos a comer.
Me gusta estar con él, me gusta sentir esta gran química que tenemos, me hace feliz.

Tomo algo de mi vino y bebo. Agustín está inmerso en sus pensamientos que no se ha dado cuenta que ya he terminado mi comida y pedí el postre.

— ¿Te encuentras bien? — acaricio su mano.

Te Necesito Bernasconi - AguslinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora