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○Soomin○


Me desperté sintiéndome de lo peor. Mi cabeza daba vueltas y palpitaba del dolor, mi estómago se sentía como si hubiera comido algo podrido y todo mi cuerpo dolía. ¿Qué rayos me pasó?

Mi primer destino fue el baño, pues necesitaba orinar con urgencia, y tan pronto lo hice, me sentí un poco mejor. Al posarme frente al espejo me asusté de mi propio reflejo. ¡Parecía una bruja! O hasta algo más horrible. Mi maquillaje estaba todo corrido y mi cabello parecía el de un espantapájaros.

En serio, ¿qué me pasó?

Rápidamente me lavé el rostro y cepillé los dientes para luego dirigirme a la cocina en busca de agua. Moría de sed. Al llegar a la cocina me encontré con mi hermana que se estaba preparando algo de comer.

─¿Despertaste? ─preguntó con seriedad sin siquiera verme.

Se dio la vuelta con un plato de sándwich en la mano.

─Soy un zombie andante, ¿no ves? ─dije con mi voz súper ronca.

─Come eso ─Me tiró el plato sobre la encimera antes de dirigirse al refrigerador.

─No quiero comer nada. Mi estómago ya está lo suficiente horrible ─Era cierto. Sentía ganas de vomitar.

Se dio la vuelta para mirarme con seriedad. Cogió una botella de cerveza del refrigerador y la dejó junto al sándwich.

─Tienes una gran resaca. Necesitas comer para que te mejores. Así que comete ese sándwich, tomate un vaso de cerveza y vete al baño a tirarlo todo por abajo ─La miré con el ceño fruncido. ¿Acaso quería ponerme peor de lo que ya estaba?─. ¿Qué esperas? Come.

─¿Se puede saber por qué me hablas de esa manera? ─cuestioné ya que me hablaba con frialdad y con demasiada autoridad. No me sentía de humor para que me hablaran así.

─Anoche llegaste vuelta un asco, Soomin. No sé qué diablos pasó entre tú y Jaebum, qué hicieron ni cómo llegaste a ese estado, pero puedo imaginármelo.

─No pasó nada. Sólo nos divertimos.

En realidad no recuerdo mucho la noche anterior. Mi última memoria que tengo es que Jaebum y yo nos sentamos en el bar después de bailar por un tiempo. Ni siquiera recuerdo lo que hablamos, ni cuánto tiempo estuvimos en la discoteca.

Wao. Creo que sí me embriague mucho. ¿Cuántos vasos me habré tomado? ¿Tres? ¿Cuatro?

─Apenas podías mantenerte en pie cuando llegaste. ¡Y sola! Ni siquiera se dignó en traerte.

¿No lo hizo?

─¡Estamos en Río, Soomin, en un lugar super turístico y donde los delicuentes hacen muy bien sus jugadas! No estamos en nuestro vecindario súper seguro de Chicago, estamos en un callejón que por la noche está completamente oscuro. ¡Eran las cinco de la mañana y una joven chica estaba casi inconsciente! ¿Sabes cuántos borrachos andan por aquí a esa hora? ¡Te pudieron haber asaltado, o peor, violado y matado!

Me encogí un poco por sus reproches. No podía recordar nada. . . Cómo llegué, si sola o acompañada, ni mi estado. . . Ella tenía razón; pudo haberme pasado algo malo.

Paró de gritarme y respiró profundo mientras posaba sus manos en su cintura.

─Te dije que salieras para que te divirtieras, no para que tomes alcohol como loca y que te pase algo malo por estar ebria. Sabes perfectamente que apenas puedes tomarte dos vasos de cerveza antes de embriagarte ─Asentí con la mirada baja─. ¿Y Jaebum? No quiero que vuelvas a salir con él. Es un hecho que no te cuidó como un chico debe de cuidar a una chica con la que sale.

Find You {Im Jaebum}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora