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○Soomin○

─¡Jaebum! ─No quería que se pusieran a pelear, mucho menos por mi culpa. Solo quise hacerle saber a Jaebum de lo que pasó porque me sentí indefensa y humillada por su atrevimiento. Pero aunque mi intención no fue armar una pelea, de todos modos sucedió.

Jaebum lanzó el primer puño, rompiendole la nariz al señor. Algunos clientes gritaron horrorizados, y sentí mi corazón casi salirse de mi pecho. El hombre se defendió rápidamente lanzándole otro puñetazo a Jaebum, chocando contra su pómulo. Ahora la que gritó espantada fui yo. Cuando Jaebum comenzó a defenderse con artes marciales y puños, corrí fuera del kiosko. No obstante, para cuando salí a su encuentro habían dos hombres más separandolos y la policía costera acercándose.

─Vuelve a hablarle o a acercarte a ella y no me contendré ─Jaebum lo amenazó. Estaba rojo de la furia, y el señor no se quedaba atrás.

─¡Te voy a denunciar por agresión!

─¿Qué pasa aquí? ─cuestionó un policía al llegar.

Sentía mis manos temblar de los nervios y mi alrededor dar vueltas. No pude escuchar mucho de lo que Jaebum decía, y mucho menos el tejano. Mis sentidos no estaban en su más sano estado.

─¡Señorita! ─Miré al oficial aturdida, y noté que todos me observaban─. ¿Es cierto que el señor estuvo acosandola? ─No tuve que pensarlo. Asentí. Era cierto.

─¿Qué ocurre? ─preguntó una voz femenina detrás de mí. Al darme vuelta me di cuenta que era Ana, la chica del turno nocturno que había llegado.

─Puedo arrestar a ambos por desorden público.

─¿Qué? ¡No! ─exclamé. ¡No podían arrestar a Jaebum, y mucho menos por mi culpa!

─¡¿Esa ballena estuvo acosando a una chica y solo piensa en que hicimos desorden público?! ─Jaebum le gritó enfadado.

─Cálmese ─el policía le pidió a Jaebum.

Ana me preguntó qué pasaba otra vez, y yo no tuve opción pero resumirselo rápidamente. Me miró sorprendida, y luego enfurecida se dirigió hacia ellos.

─¡No es la primera vez que lo hace, oficial! A mí también me ha hecho lo mismo.

─¡Embustera!

El policía miró al señor seriamente, y sin más que decir lo giró y le colocó las esposas en sus muñecas con el tejano quejándose de sus derechos.

─Lo dejaré libre con una condición ─el oficial se dirigió al señor─. No vuelva a acercarse a esta zona de la playa.

¿Eso era todo? ¿Lo dejaría libre como si no pasó nada?

El oficial se lo llevó a otro lugar y poco a poco las personas que nos rodeaban volvieron a sus asuntos. Ana me dio un abrazo.

─Hiciste bien en no quedarte callada, pero lamentablemente. . , no recibirá una sanción.

─¿Por qué?

─La policía aquí no sirve de nada ─Se encogió de hombros.

Levanté la mirada y vi que Jaebum se tocaba su pómulo izquierdo con cuidado y hacía una mueca de dolor.

─Deberían irse. Han tenido un día bastante estresante por lo que he notado ─dijo Ana un tanto divertida.

Jaebum y yo buscamos nuestras pertenencias y salimos de la playa. Jaebum iba respirando profundo y suspirando con rabia. Yo tenía miedo de siquiera decir algo, ya que se encontraba muy enojado, y ya he visto cómo actúa al estar en ese estado. Sin embargo, se metió en ese desastre por mi culpa, y no podía evitar sentirme atormentada por ello.

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⏰ Última actualización: Jun 22, 2019 ⏰

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