Como zapatillas viejas, y una suela sin servir,
tus cordones se han olvidado de cómo vestir.
Te vas desgastando por los caminos que andas,
que tantos han sido y ya no serán más.
Un cuero curtido por los años de llantos,
risas, rabias y quien sabe que otros tantos.
Ultimo modelo olvidado en los armarios,
da nostalgia recordar tus dorados años.
Tanto polvo que traen contigo,
que te es imposible darles una sacudida.
Y no vas a poder limpiarlo,
si es la marca original de tu vida.