Formas infinitas, las más hermosas.
Los mensajes impresos en el viento, dan vuelta en espiral.
Sin principio, sin final...
La música se desquita en el aire
y a su paso desata el terror.
Acosando la naturaleza en sus extravíos.
Atrapa y destruye en su interior.
Avanza y destroza el exterior.
En una combinación perfecta entre despecho y pasión.