Somos los hijos de un dios menor.
Que del Olimpo, por desacato, nos desterró.
Prometedores del cielo y de la tierra.
Conquistadores de lunas extranjeras.
Incapaces de contar siquiera la arena.
Somos los reyes y reinas.
Ladrones de sueños ajenos.
Traidores de nosotros mismos.
Victimarios de nuestros hermanos.
Somos mitad cielo e infierno.
Mitad divinos, mitad humanos.