Un ángel entró sin miedo
a la última comisaría.
El crimen cometido:
cien kilos de sueños.Un ángel comerciante,
de golosinas alucinantes.
Con líneas y pastitas
recortaba lágrimas.Un ángel de amor donante.
Indulgencias no pedía.
Fiaba los embrollos
extasiando los sentidos.Un ángel con aureola espumante,
alas de polvo
y calzado de plasticina.
Volverá hoy a inyectarte
falsa alegría.
