Un fósforo y un bidón de nicotina

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Me enciendo con el fósforo que me quema las venas.
Quemando el combustible de mis penas.
Ahogando en una nube las tormentas pasajeras.
Y así esta viajera,
aterriza firme en una limpia tierra.

Ese cigarrillo que se prende al alba
Fuma y en él se esfuman,
los dolores del alma.
Pero cuando crees que al fin ha llegado la calma.
Los pulmones se quejan, llenos de toxinas.
Las lágrimas caen como un bidón de nicotina.
El humo revuelve los recuerdos asesinos de alegrías.
Y todo se pierde en el renacer de las cenizas de los viejos días.

Noches de cigarrilloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora