4.Mi pequeña venganza.

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-Venga Lara, no corras, si al fin y al cabo te acabaremos pillando.-me decía Ángel mientras huía de él.

Estaba todo muy oscuro, era de noche y no podía distinguir nada, solo sentía la lluvia cayendo encima mía con mucha fuerza, también el viento era muy intenso, ya que hacía que se pusieran los pelos en la cara y no me permitían ver con claridad mi camino, aun que en realidad no se donde iba, solo trataba de huir de Ángel. En un intento de saltar un arbusto resbalé con las hojas mojadas y mientras caía al suelo pude escuchar la voz de Ángel.

-¡Cuidado Lara! ¡La roca!.-¿Que..? era verdad, vi de reojo mientras caía al suelo que me iba a dar con una roca en la cabeza, acercándose, mas, mas y mas.

-¡Ah!.-chille. Me había dado en la cabeza con el cabecero de la cama.

-¡Maldita pesadilla!.- Dije aun con los ojos llorosos, aún podía sentir el dolor de aquella roca en mi cabeza, lo único que me calmaba era pensar que todo había sido una pesadilla.

Miré reloj y todavía no eran ni las siete, pero no tenía sueño después de tanta tensión encima. Me levanté de la cama y me dirigí al baño.Llegue al lavabo abrir el grifo y me mojé las manos haciendo un charco entre ellas y me lo llevé a la cara, a continuación repetir el mismo proceso dos veces más, miré hacia la toalla la agarre y me seque la cara.Cuando levanté el cuerpo ví en el reflejo del espejo una persona situada detrás de mi.

-¡Ah!.-Chillé pero me tapo la boca.Después de recoger aire, le heché en cara el susto que me habían dado.

-¡Papa! Estas loco, casi me da algo.-Se le dibujó una sonrisa en su cara.-No grites Lara, si tampoco ha sido para tanto, solo quería saber quien estaba en el baño.-Se justificó. -Haber, papá.-Razoné con él. -Si mamá está durmiendo, tu ya estas despierto y solo somos tres en la casa ¿Quien si no, iba a estar en el baño?.-Le dije con la cara aún húmeda.

-Buena observación, a todo esto, ¿qué haces despierta tan temprano? .-Miró su reloj .-Tuve una pesad... .-¡Mierda! Casi son las siete, me tengo que ir cariño.- Besó mi frente y se dirigió a la puerta. -Ah, y Lara, despierta a tu madre que amí ya no me da tiempo .-Me acordé de las palabras que escribí en mi diario ''MERECE VENGANZA'' .-Claro papá estate tranquilo que yo la voy a despertar...-Cerró la puerta diciendo gracias -...pero claramente no se va a ir de rositas por haberme despertado todos los días de una manera diferente cada día, pero molesta.-seguí con mi frase sabiendo que ya no me iba a poder oír.

Me dirigí al baño de nuevo, para ver cual iba a poder ser ''mi pequeña venganza''.La verdad, solo tenía en mente mancharle la cara, pero con qué.. ¿Con rotulador? no, no, no sería muy cruel, ¿maquillaje? se lo quitaría con facilidad, además, ya esta acostumbrada por cuando se maquilla, con... Giré la cabeza y ví mi arma perfecta, sería sucío, pegajoso y muy divertido.

Después de veinte minutos salí por la puerta de la habitación de mi madre, ya había cumplido lo dicho, pero tendría que hacer el menos ruido para no despertar a mi madre así con suerte se despertaría cuando yo ya me hubiera ido para el instituto.

Estaba ya lista, solo me faltaba la cazadora y las zapatillas.Cuando de pronto sonó el telefonillo.Jope, ¿ahora quien será? ¡Va a despertar a mi madre!

-¿Quien? .-Respondí a toda prisa .-Cartero .-le abrí la puerta.

-Lara, ¿quien es? .-Oh, oh MI MADRE. -Lara, contesta. -agarré las zapatillas. -¿Pero qué es esto que tengo en la cara?. -Me empezé a atar el cordón de una zapatilla. -Esta pegajoso... -Ya no me daba tiempo a atarme la otra, tendría que ponerme la chaqueta, ya. -¡Que asco!. -Subí la cremallera, cogí mi mochila y me la lleve al hombro mientras abría la puerta. -¡PASTA DE DIENTES! ¿LARA, QUE HAS HECHO?. -Cerré de un portazo. En efecto señores, mi arma perfecta era la pasta de dientes.

Felices sueños, LaraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora