19. Todos merecen una segunda oportunidad

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Querido diario:

Habían pasado las semanas y tantas semanas llegaron a ser 2 meses y medios sin saber nada de Alex, todo había sido como siempre salvo algún que otro cambio, como que Iván y Raquel están juntos, como ahora quedamos mucho más a menudo Lorena y yo ya que opinamos que tenemos que Iván y Raquel estén juntos sin agobiarse obviamente, pero casi siempre que veo a Iván está con ella y yo me alegro de él.

Por otra parte el haberme juntado más con Lorena afectó a que le terminara contando todo lo que me había ocurrido con Alex, ella al principio se molestó por no habérselo contado al principio ya que si no, no hubiera intentado ligarselo ella pero, yo ya le dije que me daba igual y ella se alegró y empezó a decirme que le hablara que no fuera tan drástica que no se le veía tan mala persona, en cambio Iván se dedicaba a decirme cada vez que sacábamos el tema que ya me lo había dicho y que no me quejara de algo que ya sabía, ambos me daban dolor de cabeza ya que cuando intentaba olvidarle me sacaban el tema ellos, era un estrés.

-¡Qué estrés! -Solté. Lo que si que era un estrés eran los exámenes finales.

-Dímelo amí. -Respondía Lorena tendida en mi cama. -Tu no tienes que hacer los exámenes de recuperación. -me echaba en cara. 

-Ya, pues haz lo mismo que yo y haber estudiado antes. -Le respondí de la misma manera riéndome.

-¿Quieres que lo dejemos por 10 minutos? -Pregunté para ayudarla y ayudarme a darnos un respiro. -Sí, por favor. -Suplicó y yo asintiendo con la cabeza cerré los libros.

-¿Y siempre has sido empollona? -Preguntó pero para mi no fué ninguna ofensa. -Que va, solo cuando llegué al instituto me refugié en los libros y desde entonces decidí estudiar e ignorar mi alrededor... -Agaché la cabeza pensando que habría sido de mi si no hubiera tomado ese camino.

-Qué cosas, lo mio fué al revés. -Rió. -Fué llegar al instituto ignorar los estudios e irme por ahí de fiesta pero bueno, hasta que en este año nos juntamos más que cuando íbamos al colegio ya que no podíamos quedar como ahora para estudiar o como otros días para irnos por ahí. -Dijo envolviéndose en recuerdos.

-Me alegro de esto ¿sabes? -Dije poniéndome cariñosa. -Yo también. -Respondió sonriéndome.

En ese momento empezó a sonar el móvil de Lorena molestando nuestro momento tan bonito. Lorena despistada empezó a buscar su teléfono hasta que lo encontró y se puso a hablar.

-¿Si? -Preguntó y espero unos segundos antes de continuar la conversación. -¡Ah si! Está conmigo, espera que te la paso. -Arrugué la frente al escuchar a Lorena hablar y ver como me daba el teléfono.

-¿Quién es? -Pregunté antes de cogerlo. -Iván. -Me respondió sonriendo y agarré el telefono.

-¿Iván? -Pregunté. -No. -Respondió una voz muy familiar y le di el teléfono a Lorena. -Pero habla con él. -Dijo tapando el micrófono para que no se la escuchara. -¡No voy a hablar con Alex! -Grité y eso si que lo escuchó él. Lorena decidió poner el altavoz.

-Ni ahora ni nunca... siempre que te he llamado en este tiempo me has ignorado. -Sonó molesto y no contesté. Había mentido un poco ya que sí que había sabido de Alex en todo es este tiempo pero pensé que si no lo decía me creería mi propia mentira, pero es muy difícil teniéndole siempre encima.

-Bueno pues hablaré yo. -Dijo y yo me cruzé de brazos. -Esta noche tengo que hablar contigo de algo muy importante solo te pido que nos veamos y que me escuches no voy a intentar nada contigo. -Me dijo y Lorena empezó a suplicarme en bajito que aceptara. 

Felices sueños, LaraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora