23. ¿En quien confiar?

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Jadeaba parada en frente de la puerta de Ángel para recuperar el aliento después de haberme hecho otra carrera y haber subido las escaleras de un quinto, que era el ultimo piso. Cogí aire y pulsé el timbre, escuché pasos hasta abrirme la puerta.

-¡Lara! -Esbozó Ángel con una sonrisa qué rápido se le borro al ver mi aspecto. -¿Qué ocurre? -Preguntó preocupado. -¿Puedo pasar? -Pregunté.

(P.V.O) =Alex.

-¿Lo coge? -Preguntó Iván. -Que va. -Contesté cabizbajo.

-Ami tampoco. -Añadió Lorena. -Y Ami menos. -Dijo la novia de Iván.

Estábamos reunidos en casa de Iván  ya que tenía que contarles todo lo que había ocurrido, Estaba seguro de que con ellos alomejor si hablaría Lara pero, ni con ellos. Necesitaba saber que Lara estaba bien, lo necesito a pesar de que ya se que esta destrozada.

-¿Qué vamos a hacer? -Preguntó Lorena angustiada llevándose las manos a la cabeza. -No sabemos quien era esa persona que intentó entrar en su casa y ella está sola, llorando o saber como, en cualquier banco de cualquier parque, indefensa y desolada, tiene que estar fatal y tiene que estar con alguien. -Andaba de un lado para otro poniéndonos nerviosos a todos. -Lorena, sientate. -Ordené. -¡No puedo! -Se quejó.

-Ahora que hablas de algún parque, creo que se donde podría estar. -Habló Iván interrumpiendo a Lorena. -¿En donde? -Pregunté receptivo.

Parque de La Laguna. 16:30.

-¡Lara! -Gritaba fuerte.

Estábamos todos dispersos por ese inmenso parque intentando encontrar a Lara ya que según Iván, este era el parque donde ella venía de pequeña cuando estaba mal. Me di varias vueltas al parque corriendo sin parar, para encontrar más rápido a Lara si estaba ahí.

Al ver que no la vi, me senté en el banco para descansar, en el lugar de encontrada donde todos nos reubicaríamos después de haber buscado si estaba Lara.

No paraba de preguntarme dónde estará o si estará bien. Pero lo que no llegaba a comprender del todo era, ¿Cómo alguien me estaba importando demasiado? ¿Por qué no podía estar quieto ante la situación? Ya que simplemente sería sentarse y esperar a que vuelva a su casa, aun que lo dude, o devolver una simple llamada, pero no, no podía ¿Por qué? ¿Acaso..? Ni podía terminar la pregunta, ¿Tanto pánico le tengo? No por favor, necesito estar con Lara ya mismo y dejar de pensar en estas cosas.

-Lo siento, creí que podría estar aquí. -Interrumpió Iván mis pensamientos y se sentó en el banco. -No importa, seguro que estará bien. -Consolaba a Iván a la vez que ami pero, ni yo mismo me creía esas palabras.

Esas simples palabras se dice cuando intentas consolar a alguien que tiene un mal pensamiento y tu se lo desmientes cuando alomejor esa persona tiene toda la razón, joder, el pensar eso me deprimía más, ni para consolar servía.

-Ambos sabemos que no y que está destrozada, aquella reacción de su madre, no me lo esperaría ni yo y ella que es su hija, ni me lo quiero imaginar. -Se cruzó de brazos mirando al horizonte con recor ¿Se estaría imaginando la escena?

-Y encima después llegó su padre preguntando por ella muy desesperado y a lo único que se dedicó fué a encerrarse a llamar. No se a quien llamaría pero, si era la policía no le serviría de mucho, Lara tiene dieciocho años y la decisión de irse fue suya, la policía no puede hacer nada... ¡PERO QUE CLASE DE PADRES SON, JODER! -Me desesperé.

-Cálmate Alex, ya sabemos que esto está un poco descontrolado pero, Lara estará bien. -Apareció Raquel directa a sentarse en el regazo de su novio para darle un beso. -Muchas gracias Raquel, con esas palabras me dejas mucho más aliviado. -Dije con sarcasmo levantandome. -Voy a buscar a Lorena. -Dije sin mirarles y comenzé a andar con ritmo presurado.

Felices sueños, LaraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora