5.Castigados

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Se estaba acercando a mi ¿Que iba a hacer?

-Aquí, no. -Me susurro en el oído y se me extremeció todo el cuerpo.

Vale, estoy paranoica si pensaba que me iba a besar, pero si que me ha desconcertado sus palabras. Aquí, no ¿Entonces donde? ¡En ningún lugar! Lara, céntrate.Era difícil centrarme, su respiración acariciaba mi cuello.

-¡Ejem! ¿Vuelvo a interrumpir algo?. -Genial, otra vez mi tutora, ¿que pasa, nos espía?

-Un poco. -Dijo Ángel apartándose de mi oreja y miró a la profesora.

-Perdón, profe el pobre se hace ilusiones y películas en su cabeza. -Inmediatamente le dí un codazo.

-La única que se monta películas eres tú. -Me miro un poco molesto y comenzó otra nueva frase. -Estoy seguro de que pensaste de que tu y yo... -Se acercó más a mí. QUE NO LO DIGA, QUE NO LO DIGA.. -Nos íbamos a besar. -Lo dijo susurrándome otra vez, ahora que le iba a contestar, me ha descubierto.. además, ¿quién no lo pensaría?

-Ya vale, acompañarme. -La empezamos a seguir.

Mientras íbamos detrás de mi tutora, noté como Ángel me agarró por la cintura.

-¿Que haces?. -Cogí su brazo, me lo quité de encima y andé mas deprisa para adelantarlo.

Llegamos a jefatura, un momento ¿Qué hacemos en jefatura? ¿Qué he hecho? ¡Seguro que es culpa de Ángel! ¡Le voy a matar!.

-Pero profe, ¿por qué nos está trayendo a jefatura? ¿Hemos hecho algo? ¿Ha pasado algo?. -Estaba nerviosa y mi tutora no quería contestarme.

-Tranquilícese señorita Fernández, ahora sentaros aquí y esperar a Alberto. -Nos sentamos en las sillas naranjas que estaban enfrente del despacho de la directora, pero no debería preocuparme que yo sepa, no he hecho algo malo, además, a dicho que esperemos a Alberto, que es el jefe de estudios, entonces no vamos a hablar con la directora... eso espero.

-Hey, tranquila. -Puso Ángel su mano en mi hombro. -¡QUE FÁCIL DECIRLO PARA TI! ¡COMO ESTÁS TAN ACOSTUMBRADO A VENIR A MENUDO!. -Me puse arisca con él, alzando la voz y quitando su mano de mi hombro, no quería que me tocara. 

-¡Deje de chillar!. -Giré mi cabeza... Mierda... era Alberto.

De pronto ví a un hombre con camisa azul de cuadros, metida entre los vaqueros sujetado con un cinturón, estaba relajado y seguro, todo lo contrario a mi, 

-Perdón. -Me disculpé cabizbaja.

-Bueno, da igual, ¿qué habéis hecho?. -Nos preguntó Alberto. -Un momento, ¿pero no lo sabes tú?. -Le señalé con la mirada. -¿Yo? ¿Y yo por que debería saberlo?. -Sonrió confuso. -No sé, nos dijo mi tutora que te esperásemos. -Se puso a reír. -Claro, ya se por que es. -intentó ponerse serio y aguantar la risa. -¿Para qué?. -Le pregunté. -Para vigilar al señorito Ming y no se escaquee del castigo. -Se acercó a Ángel y se hizo el silencio.

En ese silencio se habrió la puerta del despacho de la directora y solo podía esperar a que no fuéramos nosotros los próximos en hablar con ella... el último niño que salió de aquí estaba llorando.

-Señorito Ming y Señorita... -Bajo sus lentes para verme mejor y me hechó una ojeada de arriba abajo. -Fernández. -Terminé su frase. -Esta bien, pasen. -Se echó a un lado de la puerta para dejarnos pasar y cuando terminó de entrar a la sala, por último la cerró 

 -Sentaros. -nos ofreció los asientos de en frente de su escritorio.

Cuando entré a la sala y me senté.Noté una especie de escalofrío que me recorría todo el cuerpo.Me sentía como un pájaro en una jaula, claro que, mi jaula tenía nombre, y se llamaba jefatura.Para mi era muy nuevo esto y estoy seguro que para Ángel no era una simple sala ya que estará acostumbrado a venir bastantes veces. ¿Cuántas veces habrá estado aquí?, ¿como de malo habría llegado a ser?

-Bueno Señora Mar, ¿por qué estamos aquí... en jefatura?. -Se me empezaron a poner las manos heladas y eso no era raro en mi cuando estaba nerviosa.

-Eso iba a comentaros. -se cruzó de brazos y podía notar que a acontinuación no iba a ocurrir algo malo.

-Estáis castigamos mañana, viernes. Tú (Yo) por molestar la clase del profesor de lengua y tú (Ángel) por no estar en la clase donde interrumpió la señorita Fernández. 

-¡Perdona pero yo no falté a clase, yo solo me fuí del estúpido castigo del profesor!. -Ángel se levantó de su sitio alzando la voz.

-Señorito Ming, usted estará una semana más por faltar el respeto a tu profesor y por levantarme la voz, y ahora si no queréis más líos desaparecer de mi vista. -Nos quedamos mirandola. -¡YA! .-Nos chilló y rápidamente me levanté y los dos salimos por la puerta.

-Como se ha cabreado eh. -Se reía de nuestra directora Ángel.

Pronto se dió cuenta de que le estaba ignorando ya que ni le hablaba y estaba andando más deprisa para adelantarlo y seguir mi paso sin él.

-¡Lara! -Aceleré mi paso.

Escuché repetidamente mi nombre pero yo seguí hacia delante.Hasta que me alcanzó y se puso en frente mio.

-Hey, ¿que te pasa? -me dijo susurrándome despacio.

Acontinuación pasó un mechón de mi pelo hacia atrás de mi oreja y se quedó con la mano acariciando mi mejilla.

-Nada.. -Respondí mirando al suelo, molesta, pero incómoda por que aún no había quitado la mano de mi mejilla.

-¿Segura? Por qué esa manera de quitarme la mirada y responder estoy segura de que sí te pasa algo. -Ahora puso su mano libre en mi otra mejilla y me levantó la cabeza para mirarle.

-Ángel, tengo que hablar cont... -Se acercó a mis labios y me dió un beso.

SIENTO HABER TARDADO EN SUBIR Y SIENTO QUE SEA TAN CORTO EL CAPÍTULO PERO NECESITABA CORTARLO AQUÍ, SUBIRÉ EL SIGUIENTE CAPITULO LO MAS RAPIDO QUE PUEDA, ESPERO QUE OS ESTÉ GUSTANDO :)

Felices sueños, LaraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora