Una semana después, todo estaba yendo de maravilla, la empresa estaba bien, yo iba acostumbrandome poco a poco, mis padres estaban felices, Tom lo estaba tambien, yo estaba orgullosa de mi misma, y todo habia estado marchando maravillosamente desde aquél día que Hayes me pidió oficialmente que fuera su novia.
Me había estado tratando genial, se había mostrado muy dulce y atento conmigo, tanto en mi casa y en el instituto. Porque sí, lo había estado invitando a mi casa, pero no, no pasó nada sexual.
Jason se había ido de viaje, ya que sus padres tenian un compromiso importante aquí en NY y en LA asi que el fue a hacer presencia por sus padres.
Tom y yo hemos avanzado mucho, tenemos malos ratos, pero es inevitable, ya que hay veces, que estamos estresados y algo ligero sale mal, y explotamos. Tenemos eso en común.
Megan y yo nos hemos unido mucho desde que comenzó a trabajar para mi, es una gran persona, y está completamente loca.
-Jason, te juro que no puedo más. –jadeé agitada y me detuve un momento apoyando mis manos en mis piernas.
-Ay, vamos, no sé como tienes ese cuerpo, si eres la persona más perezosa que conozco. –sonrió.
-Como si conocieras a muchas, además, no se de que cuerpo hablas. –tomé mi filtro y tomé un gran sorbo de agua.
-Wow, si así tragas agua, quiero saber como será con se..
-OH DIOS MÍO –exclamó Jason y los miré a ambos.
-Hola Hayes –sonreí y le di un beso en la mejilla.
-¿Así lo saludas? –exclamó mi amigo gay. –Estaba diciendo cosas sucias acerca de ti.
-Ya basta Jay –reí y alguien toca mi hombro haciéndome voltear.
El entrenador Deper, con su cara de ''mátenme'' me señala a la esquina del campo y oh, había un hombre de traje esperándome.
-Otra vez el amigo de tu padre? Hannah, por qué te sigue tanto? –bufa Hayes.
Le hice una seña para que parara y troté hasta el Dios griego que esperaba por mi.
-Hola Hannah –saludó y sonrió enseñando todos sus perfectos dientes, y oh dios.
-Hola Tom, ¿Qué sucede? –fruncí el ceño.
-Solo tuve una idea desde que salí de mi casa y bueno, ya que pasaba por aquí. Necesito que vayas conmigo a un estudio.
-¿a un estudio? Estoy en clases Tom...y..
El me enseña el pase.
-Ya puedes venir conmigo.
Cerré mi boca y asentí.
-Solo esperame aquí.. –fui por mis cosas y comencé a guardarlas, ni me preocupe en irme a cambiar, ya que solo quería saber para qué Tom querría llevarme a un estudio. ¿de música? ¿de danza? ¿fotografico?
Me despedí de Jason y de mi novio, el cual no estaba muy feliz de que me haya ido con Tom. El obviamente aún no sabe que soy la representante de la empresa de mis padres por ahora, y quiero mantenerlo así, nadie se ha enterado aún, y nadie necesita hacerlo.
Salí del instituto con Tom y subimos a su Range Rover negra, y comenzó el recorrido.
-Para qué me sacas del colegio y me llevas al estudio justo ahora? –lo miré. Se veía tan apuesto manejando
-Vamos, espera a que lleguemos. Y sabes que querías irte de ahí, te estaba viendo correr.
Me sonrojé de solo pensarlo.
-Hum.. bien..
-Y este chico, Hayes, siguen siendo amigos? –soltó y sentí un toque de amargura en su tono de voz.
-Hmm, sí, el y yo, estam.. –el sonido de mi celular me interrumpe y veo que es una llamada de mis padres. –Ow, Hola papá! –sonrío.
-Hola mi pequeña, ¿cómo estás?-
-Muy bien, y ustedes que tal es la isla?
-Grandiosa, en serio, y tú.. donde estás?
-Estoy.. en el auto con Tom, iremos a..
-Hola Brandon que tal estas? –me interrumpió Tom.
Hoy nadie quiere que hable, genial.
-¡Oh, hola Tom! Amigo, que tal estás? Cómo va todo? Como se porta mi pequeña?
El sonrió maliciosamente y solo lo miré algo asustada.
-Bien, se porta bien.. hasta ahora. No te preocupes –suspiré y el soltó una risita.
-Bueno, llamaré luego, los dejo trabajar. Adiós Hannah, te amamos.
-Y yo a ustedes pa, adiós! –colgué.
Llegamos al estudio y era un gran estudio, luces por todos lados, una cortina verde y otra gris, una mesa donde estaba un espejo y mucho maquillaje. Oh.. no me trajo aquí para cantar.
-Y bien, esto quería mostrarte esto, la idea era. Hacerte una sesión de fotos.-el sonrió.
-Y para qué?
-Eras modelo, no? Y ahora eres la representante de Schmitt, así que quiero que seas la imagen de la empresa. Sería impresionante. Lo aseguro.
-Sí pero para el periódico en preescolar, no para la empresa más grande en New York. –lo miré aterrorizada.
-Es lo mismo, eres perfecta, vi algunas fotos tuyas. En un momento llegaran los maquilladores y los de vestuarios. Si quieres primero hacemos una prueba, editamos la foto, y si te gusta, seguimos en eso. Sí?
El sonrió emocionado y vamos, como decirle que no a esa sonrisa y a esos ojos.
-Bien... -solté y el sonrió aun más.
-No te vas a arrepentir, sé que serás genial.
Se abrió la puerta y entraron como 10 personas con bolsos y cajas. Oh dios mio, esto va en serio.
No me preocupo por mi, se controlar esto, pero eso implica que estaré a la vista, me había reservado de salir con mis padres en fotos de negocios y en eventos para evitar que me abrumaran como lo hacían con ellos, todos sabran que soy yo, y no sé, como lo tomaran, o en su defecto, como lo tomaré yo.
Me metieron en un camerino con una chica, y me dio varios atuendos para probarme, y gustosa comencé a probármelos.
Elegí el atuendo que más me gustó y Sali para que me maquillaran, cosa que hicieron muy ligeramente y me encantó.
-Ve al stage, y ya comenzará la sesión –me dijo la maquilladora y yo asentí yendo hasta allá.
Hasta ahora, me estaba gustando todo esto, no me obligaban a nada y los atuendos no eran aburridos pero seguían siendo muy elegantes, y yo, en ellos lucía muy bien.
Me distraje viendo mis zapatos hasta que escuche un ruido frente a mí.
Era Tom acomodando la cámara y luces.
-Vaya luces bien –sonrió.
-Gracias, me siento más confiada, pensé que me obligarían a usar atuendos de abuela.
-Claro que no Hannah, por algo quiero que seas la imagen de la empresa, eres tan tú, y eso le dará un toque tan original y juvenil, el que siempre necesitó.
Sonreí y me sonrojé un poco.
-Gracias Tom.. –suspiré. –Y.. ¿porqué el fotógrafo tarda tanto?
-Oh, nena, yo seré el fotógrafo.
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Tom Hiddleston: Mi Sugar Daddy? (En edición)
Fiksi Penggemar¿Qué pasa cuando Tom Hiddleston se enamora de la hija de su jefe menor que él? O en el peor de sus casos, ¿Qué hará Hannah al darse cuenta que perdió la cabeza por el socio de su padre que definitivamente no está en su rango de edad? Honesta...