¹New Blood - TVD【✔】Terminada

❀ Capítulo 13 ❀

Notas de Autor: Los diálogos en letras cursivas son llamadas telefónicas y cuando un vampiro habla en voz baja para ser solo escuchado por otro vampiro o híbrido.

Un nuevo personaje temporal: Andrew Scott, interpretado por Francisco Lachowski.

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DE REGRESO A LA PREPARATORIA

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MYSIC FALLS

Tuvimos un tenso viaje de Chicago al pueblo de Myscti Falls.

Rebekah estaba molesta conmigo, porque cree que tengo algo con Stefan y ahora desconfía de mí.

La miro y no siento ningún lazo de hermandad por ella.  Además, nunca pensé que tendría una hermana rubia.  Todos dicen que las rubias son un dolor de cabeza y presiento que ella me las darán. 

No conozco ninguno de los planes de Stefan, ya que Klaus se aseguró de mantener lo suficientemente alejada de él.

Es controlador.

Llegamos a Mystic Falls en la mañana y antes que bajara del auto. Klaus me clavó una daga idéntica a la que tenía Rebekah cuando la vi por primera vez.  Todos que se puso oscuro.

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Desperté cuando cayó la noche.   Revisé mi pecho y no estaba la daga, segura que Klaus tiene muy pocas de esas dagas.  Parece que lo hizo apropósito, la daga me tuvo muerta el tiempo que él quería. 

Me levanto de una cama.  La habitación donde estoy es lujosa.  Veo mi maleta en una esquina de la habitación.  Molesta la tomo y saco ropa limpia. No pudo caminar por el pueblo con esta mancha en mi ropa. 

Bajé por las escaleras y veo a Klaus bebiendo sangre del cuello de una mujer. Veo la ira y la violencia reflejado en su rostro. 

—Despiertas justo a tiempo —Dice Klaus tirando el cuerpo sin vida de la mujer. Camina por la sala con tanta calma y dándome la espalda, se sirve un trago del minibar que está cerca de la chimenea— Te invitaría un trago, pero no mereces nada.

—¿Por qué me clavaste una daga? ¿Y dónde está Rebekah?

Klaus se gira al verme.

—Está cuidando a Stefan. Porque no eres confiable. Tengo miles de ojos en este pueblo y me aseguraron a ver visto a Elena Gilbert, viva.

Me quedé callada y miré a otro lado.  Puedo sentir su sonrisa burlona.

—Es una pena, pensé que te estabas a acostumbrando a Rebekah y a mí. Pero veo que no estamos en el mismo bando.

—¿Qué mismo bando, Klaus? Solo te apareciste en mi vida como un heraldo de la muerte. 

—Lo que yo haga se llama daño colateral, no lo tomes tan mal —se excusa.

—¡No es colateral! ¡Eres malo! La gente mala es infeliz.  Tú quieres que todo lo que te rodean sea tan infeliz como tú. 

Klaus se enfureció tanto que rompió el vaso.

—Cuidado, Mikela no me hagas buscar a tú querido hijo adoptivo y pedir que me traigan su cabeza.

Me cansé de sus amenazas.

—Hazlo, Klaus y créeme que haré de tu vida un infierno. No necesito asesinar a mis enemigos, si puedo condenarlos a una eternidad de sufrimiento —le advertí, mirándolo a los ojos.