❀ A KyungSoo le gusta disfrutar de JongIn, a JongIn le gusta disfrutar de KyungSoo, ambos deleitan al otro y lo llevan a sus límites, esos invisibles que ninguno esta dispuesto a trazar.
❀ autor: arhatdy
❀ KaiSoo/SooKai
❀ 33 viñetas.
❀ Smut, Romanc...
Basado en las fotos de JongIn para ELLE Korea, tomo esto como un Abdominales de Chocolate 2.0
.
.
.
🌃
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Si hay algo que excite más a KyungSoo que los movimientos sensuales de JongIn cuando baila para él, sin nadie que pueda molestarlos, cuando luego de estar separados por un tiempo por los itinerarios de la agenda que los aleja de vez en vez, es sin duda el que JongIn se mantenga quieto.
El hacerlo contenerse hasta que no pueda más. A KyungSoo le gusta que JongIn lo mime de vez en cuando y lo deja disfrutar de su cuerpo, pero cuando vuelve a verlo se siente realmente hambriento. Siente que no puede contener sus ganas de abrazarlo y prensarlo contra la cama, de dominarlo y de someter su cuerpo para disfrutar de cada centímetro de esa exquisita piel morena que tanto le gusta.
Que tanto proclama como suya y lo recalca a base de lamidas, de mordidas suaves y otras no tanto sobre sus perfectas clavículas. KyungSoo se siente flotando entre las nubes cuando JongIn responde a cada una de sus caricias.
Cuando sus manos se enfocan en acariciar sus abdominales de chocolate que sabe ha expuesto una vez más al público, y que su lado sumamente posesivo lo hace hervir de que alguien más se deleite con el cuerpo de su hombre.
Pero es inevitable, JongIn cierra los ojos, con la respiración entrecortada, con el pecho desnudo subiendo y bajando al sentir el trasero de KyungSoo sobre su regazo, al escuchar el sonido de la perdición que comienza con sus manos y un clic que le indica que el show ha comenzado.
KyungSoo colocó las esposas a uno de los barrotes de la cama con mucho cuidado, no le gusta lastimar sus manos, porque las manos de JongIn son perfección pura como todo él, una verdadera obra de arte que a él le encanta transformar en un completo desastre.
La boca de su novio es demandante, abarca sus labios con sensualidad y se la come con movimientos profundos y apresurados, su garganta invade su territorio y el verdadero calor comienza a inundar su cuerpo, cuando abandona su boca comestible y se empeña en dejar rastros de besos fugaces por sus mejillas, por su mentón que se dedica a morder, descendiendo peligrosamente por la curva de su cuello a lengüetazos.
JongIn no puede evitar gemir con cada movimiento de caderas de KyungSoo, está torturándolo con todo su cuerpo, ha dejado caer su trasero tan cerca de su erección que casi siente que lo dejará follarlo, y JongIn se muere por verlo cabalgando su pene pero sabe de antemano que no ocurrirá. No después de que los ojos sagaces de KyungSoo lo pongan un poco más caliente de lo que ya está con un solo vistazo.