Juntos

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-Emma. Emma, despierta, por favor...

Abrí los ojos. Estaba todo blanco... Estaba en el hospital... ¿Qué demonios...?

-¿Em? ¿Me oyes?

Giré la cabeza, exhausta. Rupert sostenía mi mano.

-Yo... Sí...

Él suspiró aliviado y besó mi frente.

-No te muevas, enseguida regreso... Tengo que buscar a la doctora.

No llegó a levantarse porque una mujer entró al cuarto. Era pelirroja y llevaba un anillo de casada en la mano.

-Rebecca.-Rupert suspiró aliviado.-Gracias al cielo. Necesitaba a alguien que me ayudara. ¿Qué tiene Emma?

-Así que tú eres la famosa Emma.

Rebecca sonrió amablemente y se sentó junto a mí para tomarme la fiebre con un termómetro.

-Rupert ha hablado hasta el cansancio de ti. Soy su cuñada, Rebecca, es un gusto conocerte.

Sonreí y le estreché la mano. Ella tomó el termómetro.

-No tienes fiebre. Bueno, escuchen los dos.

Rupert se sentó con la espalda recta de repente y prestó mucha atención.

-No creo que tengan que preocuparse mucho, tienes que hacer reposo por hoy y comenzar a tomar estas píldoras... Y felicidades.

Fruncí el ceño.

-¿Felicidades? ¿Por estar enferma?

Rebecca rió.

-No estás enferma, estás embarazada.

Mis manos comenzaron a temblar y palidecí. Enseguida miré a Rupert. Él abrió la boca, incrédulo.

-¿Qué?-Preguntó.

-Que vas a ser padre, Rupert. Ya no serás el tío soltero. Bueno, les dejo tiempo para asimilarlo. Regresaré con los resultados de los estudios en unos minutos, los dejo a solas.

Rebecca salió de la habitación.

Miré mi vientre. ¿Ser madre? ¿Yo? ¿Cómo? Si apenas podía cuidar de mí misma...

Pero sentí dos manos acariciando mi vientre. Levanté la vista. Rupert sonreía con timidez y me besó la frente. Me quedé muy sorprendida. Nos conocíamos hacía poco y hacía menos aún que salíamos juntos, y él estaba...

-Feliz.-Susurró sonriendo.-Me haces tan feliz, hermosa.

Besó mi oreja y mi cuello, haciéndome una cosquilla con su nariz.

-¿Cómo te sientes, corazón?-Preguntó acariciando mi vientre con amor y besándolo.

Suspiré y enredé mis dedos en su cabello.

-Esto es... Muy extraño para mí. Es difícil de digerir.-Dije suspirando.

Me imaginé a un niño llamándome "mamá". Sonreí. Sin duda quería ver eso...

Me besó suavemente.

-Pero, ¿Estás de acuerdo o no?

Asentí y lo abracé.

-Cuatro meses.-Susurró.-Faltan cinco. Jamás olvidaría el día en que comenzamos a salir.

Lo besé suavemente.

-Yo tampoco...

-Estás muy callada para ser tú. ¿Todo en orden?

Suspiré.

-Sí.

-Tardaste mucho en responder. ¿Qué tienes?

-Yo... No sé... Nunca creí que fuera a ser madre ahora... Y no me siento muy preparada.

Mordí mi labio inferior.

Él sonrió.

-Mi princesa.-Besó mi frente otra vez.-Te amo. Te ayudaré a que te sientas lista... Yo tampoco me siento muy seguro, pero lo lograremos juntos. ¿De acuerdo?

Asentí sonriendo.

-De acuerdo.

El fotógrafo [Grintson]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora