Arrasa

1.1K 64 9
                                    

Desperté. Esperé unos segundos para abrir los ojos y bostezar.

Alguien besó mi frente. Mis mejillas, mis labios y mis ojos.

Sonreí.

-Buenos días.-Susurré acariciando su mentón.

Rupert me sonrió. Sus ojos brillaban. Me besó.

-Buenos días.

Lo besé varias veces más y acaricié sus mejillas.

-Jamás me había sentido tan bien en mi vida entera.-Sonrió.-Supongo que se debe a ti.

Sonreí y lo abracé. Besó mi hombro con suavidad.

-Me tienes perdido por ti.

Reí.

-No creas que estoy mejor que tú en eso.

Se acercó a mi boca, pero interpuse mi dedo entre ambos.

-Te amo.-Dije en un susurro.

Rozó su nariz con la mía.

-Y yo a ti.

Esta vez dejé que me besara.

Traté de separarme de él con expresión seductora.

-Oye...

Sonrió.

-Me encantaría, madame. Pero no puedo. Literalmente. No puedo moverme del cansancio. Si te quedas de nuevo esta noche, seguramente te haré el amor otra vez.

Me sonrojé.

-Suena bien.

Sus ojos verdes me recorrieron.

-Lo sé.

Tomó mi mano y me atrajo hacia sí.

-Escucha... Me he dado cuenta de que en realidad no sé mucho sobre ti.

Sonrió.

-Ni yo sobre ti. ¿Quién empieza?

Suspiré.

-Yo... Yo podría.

Acarició mi cintura.

-Dime.

-No tengo hermanos. Mis padres murieron cuando tenía diecisiete... Tuve que buscar trabajo porque no tengo parientes mayores que yo. Encontré una vacante en una casa de fotografía... Al cumplir dieciocho, cambió la dueña de la casa de fotografía... Y me vio. Me ofreció ganar un poco más si modelaba... Por eso dejé de usar los lentes. Y mi representante apareció un día a buscar unas fotos, me vio también y me contrató. Hice las dos películas... Pero realmente no me gusta. Me encanta leer. Esos libros que tienes los he leído a casi todos. También me gusta la música. Odio bailar. A veces siento que nadie realmente se preocupa por mí... Mi representante en especial... Que sólo importa el dinero.

Me acarició una mejilla.

-Yo sí que me preocupo por ti.

Lo besé suavemente.

-Ahora te toca.

Rupert sonrió.

-Soy el menor de... Déjame contar.-Reí.-Seis hermanos, y tengo una hermana menor. Son, en este orden: Domhnall, Alex, Chris, James y Oliver (son gemelos) luego estoy yo y la más pequeña es Bonnie. Mis padres son Mark y Julie Grint. Todos mis hermanos están casados o en pareja y muchos tienen hijos. Yo soy el tío soltero. Hasta ahora.

Acarició mi muslo por detrás con tanta lentitud que deseé besarlo.

-Mis sobrinos... Son... Bueno, luego te los anoto, porque decirlos de memoria es difícil.-Volví a reír.-Yo... Trabajo en el estudio de fotografía desde hace un año... Antes trabajaba solo. Odio a mi jefa. La detesto. Siempre dice que no podemos mezclar vida personal con trabajo. Por eso jamás creí que me acostaría con una de las modelos. Pero... Eres especial. La mujer más especial que he conocido.-Le acaricié una mejilla.-En fin. Me encanta la música, mejor si es antigua... Los libros me fascinan también, podría hablar por horas y horas de los personajes... Aunque no soy bueno para los nombres. Y, recientemente he descubierto algo sobre mí.

-¿Qué cosa?

-Que estoy absoluta y perdidamente enamorado de una modelo increíblemente sexy que voy a fotografiar desnuda a su cuarto.

Su boca buscó la mía.

-Enamorado de ti, por si no estaba claro.

Me sonrojé.

-Yo...

No fueron necesarias más palabras. Con sólo mirar sus ojos y sonreírle me bastó.

-Ahora... Sobre tu jefa.-Dije.-¿Por qué la odias tanto?

-Demasiado estricta e innecesariamente exigente. Como su nombre, arrasa.

Fruncí el ceño.

-¿Cómo se llama?

Rupert sonrió.

-Katrina.

Por poco me caigo de la sorpresa.

-¿Cuál es su apellido?

-Smith.

-Oh, sucia y asquerosa...-Dije.

-Tranquila, te amo a ti, no a ella.

Me puse de pie.

-Es mi representante. De modo que ha estado haciendo dinero con ese contrato sin mi consentimiento. Sucia y asquerosa perra, sabía que tramaba algo.

Rupert me miró incrédulo.

-Oye...

Mis piernas temblaban. Maldición, al parecer no era sencillo hacer el amor.

Rupert se puso de pie, desnudo, y se acercó a mí.

-Vuelve a la cama, no quiero que te caigas.

Sonreí y lo besé suavemente.

Me acosté cubriendo mis partes íntimas.

-Te ves hermosa.

Rupert tomó la cámara y me sacó una fotografía.

-¡Oye! Ni siquiera me había maquillado.

Rupert me mostró la foto de mí casi dormida.

-A esta la llamaré "después de hacer el amor toda la noche".

Me sonrojé.

-Ni lo sueñes.

-Prometo no mostrarla a nadie.

Suspiré.

-Te creo. ¿Puedo ver cómo salieron las de ayer por la noche?

-Claro.

Mientras yo miraba mis fotos provocativas, pude ver que la noche anterior él se había estado conteniendo... Porque ninguna fotografía había salido bien. Él también había estado ansioso y nervioso. Sonreí.

-Rupert.

Él miraba por la ventana, de espaldas a mí. Le saqué una foto justo cuando volteaba su cabeza.

-¡Oye! Yo tampoco estoy maquillado.

Reí.

-Ven aquí.

Rupert se acercó. Lo besé y tomé sus muñecas para enredarlo en las sábanas conmigo.

-¿Recuerdas que el primer día me dijiste que no ibas a acostarte conmigo?-Pregunté sonriendo.

-No aclaré por cuánto tiempo iba a cumplir esa promesa.

Buscó mi cadera con sus manos y se adentró en mí lentamente.

-Tengo que hacer algo con el asunto de mi representante.

Gimió en mi oído.

-¿Y si lo resolvemos después de esto?

Sonreí.

-De acuerdo.

El fotógrafo [Grintson]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora