Desconocidos [Simbar]

Capítulo 16 : Confrontación

Ámbar pov
Estaba tan concentrada en tratar de dormir, pero las voces no paraban ni aunque se los rogará.
Hablaban entre sí de cosas sin sentido, sentía que a mi al rededor habían personas invisibles y que no se iban.
Quería que pararán y me dejarán dormir pero simplemente no lo hacían.

[...] No logré dormir lo suficiente, aunque hayan parado de hablar durante la medianoche, no podía ya que intentaba hallar el por qué Luna se había enojado conmigo o por qué Simón no podía salirse de mi mente.

Por ahora no era buena idea que fuera al Blake, ya que era diestra y mi mano estaba enyesada como también era incómodo estar mucho tiempo en la silla de ruedas ; no me acostumbraba.

—Señorita Ámbar...— Amanda apareció por la puerta de mi habitación junto a una bandeja —Su desayuno

«No me digas...pensé que traías comida de decoración» Bree ya empezaba a molestar.

—Cállate— Murmuré lo suficiente para que no me escuchará Amanda.

—Discúlpeme— Agachó la cabeza y dejó la bandeja en mi cama.

—No...no era para vos— Aclaré nerviosa.

Sonrió frunciendo el ceño al no entenderme y ya se estaba dirigiendo a mi puerta para salir.

—¡Amanda! espera— La llamé —¿Luna ya se fue al Blake?

—Si...en una hora viene creo, está muy rara.

—Si...— Afirmé con dudas — ¿Podrías llamar a Mónica?

—Si obvio — Salió con una sonrisa, la cual devolví en forma de agradecimiento.

«¡Hola Ámbar!» Habló Sherrie «¿Oye y sí ves hoy a Simón?»

Reí por lo bajo, me hacía acordar a Luna su voz. Me gustaría decir que también su forma de shippearme con Simón, pero ya no era así con la verdadera Luna.

Las demás voces sonaron en mi cabeza deseándome un buen día, me gustaba que fueran así de amables, pero Bree era la excepción.

— ¿Señorita Ámbar?— Mónica apareció sonriente —¿Ocurre algo?

—Luna...— Susurré por lo bajo — ¿Te dijo por qué está enojada conmigo?

—No me lo dijo, pero creo que deberías preguntárselo tú— Respondió amablemente.

«Dibiriis prigintirsili ti» Escuché un bufido de Bree «gracias por tu ayuda, no sabes lo que nos sirvió»

—Gracias Mónica— Sonreí y luego ella se retiró.

Odiaba el hecho de tener que hacer tanto esfuerzo intentando cambiarme, Sharon no se atrevía a ayudarme y ni pedirle a alguien que me ayudara.

Una vez que lo logré, me acerqué a la escalera buscando a alguien a quién pedir ayuda.
Me daba pánico volver a ver esas escaleras, pero tenía que ser fuerte.

— ¡Luna!— Me miró seria —¿Podrías ayudarme a bajar?

Miro a otro lado, como sí pensará, y luego se fue a la cocina sin decir nada.

« ¡QUE IMBÉCIL!» Gritó Gigi, me sorprendió verla así de enojada. Todas siguieron soltando insultos que obviamente Luna nunca escucharía.

—Alfredo— Lo llame al verlo salir de la cocina y sonrió —¿Podrías pedirle a alguien que me ayudé a bajar?

—Voy a ver si Luna quiere— Se alejó.