Desconocidos [Simbar]

Capítulo 21 : Complementariedad

Tal vez era una idea loca de las tantas que colmaban la imaginación de Simón, tal vez era algo imposible y arriesgado o tal vez solo era lo que producía la chica en él.

Miró hacía la ventana de Ámbar y se dio cuenta que la habitación se encontraba aún con las luces encendidas.

— ¿Simón? —la castaña de ojos verdes por la que antes suspiraba ahora aparecía detrás de él, logrando que su corazón latiera fuertemente gracias al susto.

—L-l-Luna— respiró normalmente luego de tranquilizarse —. ¿Qué haces aquí? ¿No estabas en México?

—Tuve que regresar— respondió nerviosa —. Tenía que hablar contigo.

— ¿Sobre qué?

—Ya sabes...—bajó la vista hacia el suelo y sorbió su nariz ya que parecía estar llorando—. Te extraño tanto.

—Luna... Yo...

— ¿¡Tú qué Simón!? —sollozó con dolor—Me duele no verte a mi lado y no sé que más debería hacer para que me perdones ¿Ya no me quieres?

—No... Luna te quiero pero no ha sido todo fácil para mí.

— ¿¡Qué no ha sido fácil para ti!? ¿Y qué culpa tengo yo?

— ¡Me rompiste el corazón Luna! — Simón gritó sin saber lo arrepentido que iba a estar después de eso—. Y me intentaba convencer de que ya no te amaba pero sí lo hago.

— ¿Tú...? ¿Me amas Simón?

—Solo quería verte feliz y sí conmigo no lo eras, suponía que con Matteo lo estarías.

Luna no dudó un segundo más y en instantes se encontraban rodeados en un abrazo.
Ambos se encontraban derramando sus lágrimas continuamente.

Simón rodeó con sus manos al pequeño rostro de su amiga.

—Lo siento tanto— habló luego de pensar en cuánto la había hecho sufrir.

—No quiero pelear más contigo Simón— admitió una vez segura.

Sus cabezas se ladearon en busca de unir sus labios, estos se rozaron levemente. Pero al instante, Simón se alejó.

—No...Luna...yo no— tartamudeó el Mexicano —Yo no quiero hacer esto.

—Entiendo—asintió varias veces—Entonces... ¿Amigos?

—Claro que si— le sonrió sinceramente.

—Ahora busca a tu amada, Romeo— palmeó la espalda de su amigo y se retiró con la sonrisa que tanto la caracterizaba.

Simón pov
Sentía que me había quitado un gran peso de encima, me alegraba de haberme confesado ante Luna. Pero creo que entender que ya no sentía algo por ella, me alegraba de cierta forma.
No fue fácil ignorar esa sensación que me provocaba Luna, pero sabía que Ámbar se encargó de hacerme sentir eso nuevamente.

Miré a través de la ventana y la vi llorando, no entendía y me dolía verla así. Entré ya que la ventana no estaba baja, y acaricie su hombro.

— ¿Qué pasa bonita? — repetí la frase que le dije ese día en que todo este cambio sucedió.

Se sobresaltó ante mi tacto pero luego me abrazó rápidamente.
No correspondí al notar un pequeño detalle, y al darse cuenta de mi acción, me miró confundida.

Rodeé su precioso rostro con mis manos y observé el tono rojo que se presentaba en su mejilla derecha. Captó mi descubrimiento y lloró más, así que la abracé mientras besé su frente.