5.Celos.

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Diana.

No pude pegar el ojo en lo que resto de noche. Yo iba a presumirle mi foto mañana a Susy y la maldita sale con que tendrá una cita, con el mismísimo Horan. Obvio, eran de su tipo, ¿quién no saldría con ella?

Sonó la alarma a las seis y media. Me levanté para preparar a Sky para la escuela, con almuerzo para llevar y desayuno, que comenzó a devorar mientras yo comencé a peinarla. Ella me contaba que había tenido otro sueño con mamá y me enterneció el corazón.

Todo estaba en paz, cuando un Jack, totalmente drogado, entró a la casa. Mire a Sky y ella ya sabía que era hora de salir a tomar el autobús. Normalmente la hubiera ido a dejar, pero... este maldito inmovilizador no me dejaba. Tome mis calmantes y me prepare para partir al hotel.

-¿A dónde vas, pequeña zorra? -dijo Jack, cuando estaba a punto de salir y librarme de él.

-Al... trabajo. -Trate de contestar calmada, el Jack drogado nunca era bueno.

-Aaah, puedes ir a ese jodido hotel, pero al trabajo más importante faltas como si te importara una mierda -gruño.

-Jack... ayer tuve un accidente.

-Lo veo, si eres una estúpida.- Me tomó fuerte del brazo-. Hoy quiero que llegues antes que todos. Limpiaras y después harás turno toda la noche, para que recuperes el tiempo o, si no, las medicinas de tu hermana no se podrán comprar. Tú lo decides. -Me soltó y subió a su cuarto.

Mi pecho siempre sentía esa presión, después de cada puto minuto que sentía que era inferior a él. Con dificultad, camine a la parada de autobús y agradecí que alguien me cediera el asiento. Al llegar al hotel, mi jefa me vio y quedó en shock.

-¡Diana! -Se acercó rápidamente-. Pero... ¿Qué te ocurrió niña?

-Un conductor no respetó la señal de tránsito... Pero, tranquila, estoy bien. -Sonreí.

-Hoy estarás en recepción. Sé que será imposible tratar que te vayas a casa -hablo, calmandose un poco.

-Gracias... -De verdad estaba muy agradecida.

-Le diré a Giorgio que vaya a la barra entonces...

Creo que, después de todo, este día no iba a ir tan mal. Ya en recepción y nada cómoda sentada, estuve atendiendo a todos los clientes. Tenía mucho sueño, miraba a la nada hasta que vi a mi amiga acercarse. Hoy al parecer se iría más temprano, pues no traía su uniforme.

-¡Diana! -Saludo.

-¿Qué hay, Susy? -Sonreí.

-¿Qué hay de ti? Hoy me dejaste con el baboso de Giorgio -gruño.

-Por eso... ¿ya te vas? -Trate de indagar.

-Oh, no. -Su mirada se iluminó-. Hoy pedí irme antes. Ya sabes... Niall... -Se notaba entusiasmada... Nunca la había visto así por un chico.

-¡Cierto! -dije sin mucho ánimo. ¿Por qué tenía celos? Es tu amiga maldita sea.

-Ahora. Tú. ¿Por qué te dejaron en recepción? -Le hice un gesto con mis manos y cuando vio mi inmovilizador, se alteró-. ¡¿Pero qué te pasó?!

Antes de poder responder, ella se volteó a donde estaba nuestra salida, y sin más se fue corriendo y  salio tras él por la puerta trasera del hotel y vi como Niall bromeaba con Susy... Deja los celos, maldita sea. Sentía una extraña revoltura en mi estómago, cuando vi que mi irlandés favorito la tomó de la mano.

Trate de olvidarme de mis extraños celos de fan (así los denomine) y seguí en lo mío. Siendo ya las siete, me fui al pub de Jack. La cadera me estaba atacando con dolores horribles, mientras trataba de limpiar las ventanas. Jack hizo esto por venganza totalmente, los de limpieza nunca dejan así. Él realmente era un hijo de puta, con todas sus palabras.

Después de terminar la limpieza total, sentí como ya no podía moverme bien sin que nada doliera. "El dolor es psicológico, Diana." Me repetí por milésima vez, mientras me ponía el uniforme del pub. Y no, ya no solamente era fuerza de mente, tenía mi pierna totalmente hinchada.

Saque un poco de hielo del refrigerador y lo coloque donde ya tenía otra cadera. Hoy me quedaría en la barra, ya no podía moverme más o esta lesión nunca la podría superar. Llame a Sky antes de que empezaran a llegar los clientes y Mary, la vecina, había llevado la cena (esa señora salvaba mi vida). Más tranquila, comencé a atender en caja, cuando vi entrando a Jack.

-¿Qué haces tú aquí? -Me miro molesto.

-Trabajo -dije obvia.

-Tú eres mesera -replicó molesto.

-Jack...con suerte puedo moverme. -Traté algo de piedad.

-Yo no tengo la culpa que seas idiota. Harley es la cajera, así que cumples con tu puesto o no recibirás tu paga -amenazó.

Como pude, comencé a atender las mesas. Se me escapaban lágrimas de rabia y dolor, creo que tenía más rato mi corazón que cualquier extremidad de mi cuerpo. Los jóvenes ebrios no veían como estaba y los empujones me hacían perder el equilibrio muchas veces, incluso me caí un par. Estaba harta. Susy se había tomado el día, pero ahí estaba... bailando con el rubio que de verdad sentía algo extraño y mi día no podía ser mejor.

Sentí celos de ella, ya no solo por el hecho de que estaba con  al único chico que me sacaba de esta realidad de mierda, si no porque ella si se podía pedir días libres, no me les acerque ni los atendí, hoy no tenía un humor para hablar con ella.  Al llegar a casa, vi la hora y sonó mi alarma.

No es mi semana... definitivamente.
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¡Nuevo capitulo! Espero que les guste voten y comenten, gracias a todas las personas que estan apoyando a este fic❤

Correciones hechas por ShanaNeiya

Capitulo nuevo todos los domingos.

Secret Love. «Niall Horan»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora