Maestra ➳ Javier Mascherano
Capítulo 3
" La cena "Una mañana sumamente aburrida hizo que mi día comenzara mal. Bruno estaba más enojon que nunca, las nenas estaban en el colegio y Fernanda recién estaba subiendo al avión.
Para cuando se hizo el mediodía me dirigí en busca de mis hijas, feliz por qué ellas tendrían algún tema para conversar. Bruno sólo me regalaba llantos y pañales sucios.
Estaba esperando en la puerta, saludando cordialmente a los estúpidos que se acercaban simpáticamente cuando la vi a ella. Los cursos salían desde los más grandes hasta los más pequeños, en orden. Lola salió primero, de la mano de Mariela, quien con un beso se despidió de ella y me buscó con la mirada, yo sólo pude sonreí como boludo. Lo mismo hizo con el resto de los chicos, probablemente era un protocolo de seguridad o algo así. Alma vino luego, con la señorita cara de pocos amigos. Para ese entonces Mariela ya estaba ingresando devuelta al colegio. Su maestra también me buscó con la mirada, pero a ella no le mostré ningún gesto, mucho menos una sonrisa. Tenía tanta cara de amargada que me aburría de sólo verla. No me imagino lo que serán sus clases.
Nos dirigimos a casa, y entre una cosa y la otra se hizo el horario en el que teníamos que pasar a buscar a Fernanda al aeropuerto para ir a cenar. Estábamos todos listos, bañados y arreglados como a ella le gusta. Era una sorpresa.
Tanto Lola como Alma corrieron de inmediato hacia los brazos de su madre al instante de verla, y Bruno quien estaba llorando desconsolado, sonrió.
Al fin. Pensé.
— Hola amor, te extrañé — dije sincero, depositando un beso en sus labios y dándole a Bruno mientras tomaba sus valijas.
— Yo también mi amor.
Nos subimos al auto y fuimos rumbo al restaurante, donde teníamos una mesa reservada.
— Que lindos que se vistieron — rió Fer mientras jugaba con las manitos de Bruno.
— Es una sorpresa — explicó Alma.
Para cuando llegamos, Fernanda sonrió con melancolía. Había escogido como restaurante aquel dónde tuvimos nuestra primera cita. Era su preferido, y él de las nenas también, el mozo siempre les regalaba unos chips de chocolate para acompañar con sus helados.
Un hombre muy bien vestido nos dirigió hacia nuestra mesa, la cual estaba preparada de forma muy elegante, con vista hacia el gran balcón adornado con flores y luces de distintos colores.
Comenzamos a comer y platicar sobre la escuela, el padre de Fer, el fútbol, etc.
La falta que nos había hecho a todos era impresionante. Ella era quien le daba armonía a esta familia.
— Vi fotos de su maestra, es muy linda, ¿No, Javi?
¿Qué mierda? ¿Buscaba pelear? ¿En serio? ¿La invitó a una cena familiar en su restaurante favorito y ella busca pelear?
— Sí, no es fea. — En realidad es hermosa, pero si esas palabras salen de mi boca Fernanda me mata.
— No vaya a ser cosa que te enamores. — rió tomando mi mano con amor.
Sólo había hecho un comentario, ¿Por qué siempre salto a la defensiva? Ella sólo expresaba su opinión. Qué idiota soy.
Quise contestar pero comencé a toser. Muy de película, al boludo lo ponen en un lugar que se le complica contestar y se ahoga. Y es que como no hacerlo si te preguntan por la hermosa mujer que se encuentra sentada unas mesas más adelante junto a un hombre.
Naciste para triunfar Javier. Me dije mentalmente.
Vi que se dirigía a la terreza y opté por mi mejor opción, seguirla.
— Voy a tomar un poco de aire, ya vuelvo.
— ¿Queres que te acompañe?
— N-no amor, gracias.
— Bueno pero llevate a Bruno haber si se calma.
— Da-dale.
Nervios. Esa era la palabra que me definía.
Para cuando llegué a la terraza me acerqué a donde ella se encontraba, se dio vuelta de inmediato, algo muy normal si escuchas a un bebé llorar desconsolado.
— Ho-hola — di un beso en su mejilla.
— Hola, ¿Qué le pasa?
— No sé. No para de llorar.
— ¿Puedo? — preguntó lanzando sus brazos para alzar a mi hijo. Claro que se lo entregué, si lograba calmarlo me enamoraría.
Mariela lo tenía en brazos, y con pequeños movimientos y cosquillas él comenzó a reír. Un milagro.
— ¿Cómo hiciste?
— Cosquillas, siempre funcionan.
Sonreí.
— Estás muy linda.
— Gracias, vos igual.
— ¿Es tu novio?
— ¿Qué?
— El hombre que te acompaña esta noche.
— Sí, me invitó por nuestro aniversario.
— Ah, que bien
Ja, estoy celoso. No doy más de boludo.
— Bueno, nos vemos — me despedí tomando en brazos a Bruno. Necesitaba alejarme de ese lugar, de ella, de su novio.
— Creo que no te gustó mi respuesta, no?
— ¿Q-qué? — me había dejado atónito, tanto como cuando la conocí.
— No te hagas el que no me escuchó. — contestó obvia, sabiendo que mi respuesta era más bien de asombro que de incertidumbre.
— ¿Por qué no iría a gustarme tú respuesta? Sos una hermosa mujer era obvio que estarías en pareja. Además, yo igual mantengo una gran relación.
— Sí, ya sé. Se ven bien juntos.
Mejor me vería al lado tuyo pero sí, ponele que nos vemos bien.
— Bueno, me voy así podes volver a tu festejo.
— Gracias supongo — dio un beso en mi mejilla, bastante confundida.
Si supiera lo que me confunde ella a mí...
ESTÁS LEYENDO
Maestra. ➳ Javier Mascherano ✔
FanfictionJavier Mascherano es uno de esos papás que odian las reuniones de padres, los actos escolares y los grupos de whatsapp donde según él, sólo hablan boludeces. Sin contar su odio profundo por retirar a sus hijas y tener que esperar en la puerta, oblig...