Maestra. ➳ Javier Mascherano ✔

Capítulo 9 ➳ ¿Primera cita?

Maestra ➳ Javier Mascherano.

Capítulo 9
" ¿Primera cita? "

Pase por su casa a las 20:00 tal como habíamos quedado, ella ya estaba lista; un milagro, era algo impresionante ya que ninguna mujer con la que estuve se encontraba totalmente lista para el horario acordado. Al parecer ella es especial.

Tenía un vestido rojo ajustado, que remarcaba su cuerpo a la perfección. Sus labios estaban maquillados del mismo color. Unos zapatos negros junto con unas pulsera sellaban su belleza.

Besé su mejilla y abrí la puerta de mi auto para que ella subiera, luego me dirigí hacia el otro lado y puse en marcha el auto.

— ¿A dónde vamos a ir?

— Es una sorpresa — contesté con una sonrisa en mis labios. Esa sonrisa que ella sola podía generar con una simple palabra o un gesto.

En cuanto llegamos al teatro sus ojitos se iluminaron.

— ¿Qué hacemos acá?

— Me dijiste que extrañabas la danza así que vinimos a ver una obra, "la bella y la bestia", es una historia a través de la música, supuse que te gustaría.

— Sí! Me encanta!

— Ni siquiera la empezamos a ver — me burle con cierta dulzura en mi voz.

— Bueno pero ya me encanta. Gracias.

Una vez adentro del teatro y ya en nuestros asientos la música comenzó a sonar, una canción tranquila y mujeres en puntas de ballet ingresaron en el escenario, llevaban un vestido blanco cada una, se movían con delicadeza, dejándose llevar. Lo mismo hacía Mariela desde su asiento con su cabeza y pies, seguía el ritmo de la canción con una enorme sonrisa en su rostro. Así permaneció por el resto de la obra, con cada canción y personaje que aparecía ella dejaba que sus pies se movieran con libertad.

— Bella es una joven soñadora que vive en un pueblo con su padre Maurice. — comencé a leer una vez que la obra finalizó — Un día él se marcha a una feria de inventores, pero se pierde en el camino y acaba prisionero en un extraño castillo. Bella, preocupada sale en su busca y al llegar al castillo descubre que su señor es una horrible bestia.
Allí conoce a unos objetos que poseen vida. Ellos quieren hacer sentir a bella en su propio hogar aunque la bestia la trate con maldad, dentro de toda esa aventura se descubre el amor que se tienen la bella y la bestia. 

— Viste que me iba encantar. Gracias, de verdad.

— No hay nada que agradecer. — sonreí — Está claro que vos serías la bella de la historia, me toca ser bestia.

— No creo seas una bestia... sos lindo como para serlo.

— Gra-gracias. — contesté con un evidente sonrojo.

Después de un rato allí charlando nos dirigimos a un hermoso restaurante que quedaba a unas cuadras.
Ella tomó mi brazo y así fuimos, ¿Cómo cuando el padre entra a la novia al altar? Bueno así. Realmente me gustaba el hecho de esa cercanía que se generaba cuando estábamos juntos, lo disfrutaba.

Nos sentamos enfrentados y seguimos platicando. Era evidente que ambos queríamos conocernos más.

— Me dijiste que no te gustaban lo lugares tan lujosos, ¿Este está bien?

— Sí, está perfecto. Es lujoso pero no en exceso, odio cuando hay miles de cubiertos o copas y no sé cual agarrar.

— Los cubiertos siempre son de afuera hacia adentro, lo aprendí hace poco.

Ella sonrió.

— Me separé. — dijo ella en un momento de la noche, no sé porqué razón me alegré un poco.

— ¿Q-qué? ¿De verdad? ¿Por qué?

— ¿Tan poco creíble sonó? Sí, me separé. Me gusta un hombre.

— Ah, qué bien. — simule felicidad.

— Vos. — admitió con sus hermosas mejillas sonrojadas. No supe que decir, me quedé paralizado, enamorado, embobado.