Capítulo 13 ➳ Ternura que enamora

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Maestra ➳ Javier Mascherano.

Capítulo 13
" Ternura que enamora "

Me desperté enojado. Bastante desorientado, creo que en mi vida había llegado alguna vez a tal estado de alcohol en sangre. A mi mente venían ligeras imágenes del día anterior, y cada una me humillaba más que la otra.

Me incorporé como pude a pesar de mis múltiples dolores y vi como en una mesa pequeña y redonda a unos metros míos había un papel doblado. Me dio intriga e imagine que por alguna razón era para mi así que me acerqué allí y lo abrí para comenzar a leerlo.

"Buen día. Espero te hayas despertado mejor, cualquier cosa que necesites estoy en la escuela. Llevo pizza. Besos"

Sonreí como un boludo enamorado y a pesar del hambre y fuerte necesidad por comer que tenía sabía que mi felicidad no se debía a una porción de pizza. Aunque claro no me negaría a ella.

Tome el control que se encontraba  a un lado de donde antes estaba la carta y puse un canal al azar con la intención de despejar un poco mis pensamientos. Pero claro que la televisión no ayudaba mucho.

"Noticias de último momento: Javier Mascherano borracho y a los golpes"

"Se vio al reconocido futbolista, Javier Mascherano, salir abrazado de una mujer después de un enfrentamiento en el bar donde se encontraba"

"Al parecer hay una crisis en la familia Mascherano. El jefecito se emborracha, pelea y sale con mujeres por las noches"

Insulte por lo bajo. ¿Cuál era la necesidad de opinar tanto sobre la vida de los demás? ¿Enserio les importaba? No, claro que no.

Mi celular comenzó a sonar así que apagué la televisión y me decidí por contestar. Si tan sólo hubiera observado antes quien llamaba...

Hablar con Fernanda no era algo que
llamara mi atención, realmente preferiría no saber nada de ella por un tiempo. Sabía, que a pesar de no ser así, me haría todo un planteo sobre la noche anterior y las innumerables mentiras que los medios decían. La conversación no fue larga ya que oí como la cerradura de la puerta hizo un leve sonido, indicando que Mariela había llegado. No pretendía hablar más así que opte por la opción más fácil, cortarle sin siquiera dar una explicación. Suena grosero de mi parte pero fue lo único que se me ocurrió.

— Ho-hola. — saludé tímido. No es que esa actitud me representara mucho pero estar cerca de ella y recordar todo lo vivido me ponía de ese modo.

— Hola, ¿Cómo te sentís?

— Bien ¿Mis nenas?

— Estaban bien, a Alma la vi algo triste, creo no equivocarme si digo que te necesitan, que les expliques mejor quizás. — contestó con una sonrisa tierna en sus labios. Hizo una pausa y mientras se acercaba siguió hablando —
Traje pizza.

Comenzamos a almorzar mientras ella me contaba como había sido su mañana y yo me desahogaba sobre el dolor que mi reciente separación me causaba. Era extraño pero hacía tanto que esa situación tan simple no se daba en mi casa que ya había perdido la cuenta del tiempo en el que todo comenzó a ponerse mal. Mi matrimonio no era el mismo hacía meses, ya ninguno mostraba atención en el otro y la llegada de Bruno, aunque en teoría debía unirnos, nos alejó más. El tiempo de pasar momentos a solas se reducían con un bebé en la casa.

— ¿T-te molesta si hoy... hoy paso la noche acá?

— No, tranquilo. Quédate conmigo. — dijo con su característica ternura.

— Gra-gracias.

Tiempo más tarde nos acostamos juntos, en su cama. Tomamos cierta distancia entre nuestros cuerpos pero al poco tiempo ya estábamos pegados, durmiendo con nuestros cuerpos como si formarán uno sólo. Y no me pregunten porqué pero la bese y susurre un "buenas noches, amor" al verla dormir acurrucada en mi pecho.

Maestra. ➳ Javier Mascherano ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora