Abrí mis ojos, estaba en mi casa, se escuchaba bullicio afuera, gire hacia la puerta, estaba cerrada, gire de nuevo hacia la pared, me retorcí, metí mi cabeza abajo de la almohada, no me sentía nada bien, pero al mismo tiempo quería salir a buscar a Kala, arrastre mi mano hasta la parte baja de mi espalda, sentí el bajo relieve, esa noche había pasado. Levante la cabeza, mire a los costados medio perdido, estire los brazos, pero me olvide de que estaba la lámpara de noche, la cual cayó al piso, sus pedazos resonaron en toda la habitación, el bullicio de afuera paro, yo mostré los dientes haciendo un mueca bastante graciosa, cerré mis ojos, esperando ver entrar a mi madre diciéndome algo. Me levante, al pararme me vi en el espejo, estaba devastado, mi pelo era un nido de pájaros, me arregle apenas ya que era bastante corto, pero luego lo despeine de nuevo.
*Grrr, look salvaje* Su voz resonó, no pude resguardarme de una sonrisa, no me importaba que influencia tenga sobre mí, seguía conectado con ella.
*Acomódate la camisa, viene tu madre* Me di cuenta de que solo vestía una camisa, con unos pantaloncillos, y estaba doblada en la parte del tatuaje, la acomode rápidamente. Gracias, pensé fuertemente.
*Para eso estoy* Una pequeña risa se me escapo.
Mi madre entro súbitamente al cuarto
-¡ETHAN!- Me abrazo y empezó a besarme los cachetes- Como le fue a mi hombrecito anoche? -Me miro esperanzada.
-Gracias he, ahora que le digo?- Pensé,
*Bien, yo intervengo* , sonreí.
-Bien, todo ha salido bien, era solo una duda del tío- No tenía control sobre mis palabras, aunque la verdad, esa mentira había salido muy bien.
-Qué bueno! - Me abrazo todavía más fuerte- Vas a venir a desayunar?
-Sisi, ya voy- Dije abrazándola todavía más fuerte.
Me beso un mejilla y salió feliz.
-Cámbiate, te espero en la cocina-Sonrío y cerró la puerta.
La sonrisa no se me borro de la cara, ella siempre lograba eso.
-Awww, son tan monos!- Una voz familiar salió de techo.
Alce la mirada, la vi a Kala, sentada con las piernas cruzadas en uno de los palos del techo, comiendo una manzana, que, por el tamaño, eran del jardín. No pude evitar ampliar la sonrisa.
-Sabes que no tienes que espiar en casas de desconocidos-Gire al espejo para acomodarme la camisa.
-Ya se, ya sé, pero tú ya no eres un desconocido- Cayo del piso y se acercó a mí- Y ya estuve por aquí desde hace unas cuantas horas, ¿Sabías que te caíste de la cama 3 veces?-Dijo al mismo tiempo en que se me acerco y me acomodo los hombros. Reí ligeramente y mire al piso en gesto de rendición.
-Es súper relajante saber que entraste a mi casa sin que nadie te viera, aquí somos como 5 personas entre la familia y los sirvientes- Escuche una pequeña risa, Gire y la vi, estaba radiante, el sol le iluminaba la piel y se veía mucho menos tensa que ayer, la marca de la lágrima de sangre aún estaba en su rostro. Le acerque la mano a la mejilla para ver si se la podía sacar, ella me agarro la mano y la quito.
-Ya se ira- Acaricio mi mano con su rostro- Ahora te tienes que cambiar, hoy va a visitarte alguien importante, la vi llegar cuando hacia como la, mmm, sexta ronda nocturna de vigilancia- Dijo mientras se alejaba y husmeaba en mi armario.
-¿La?- fruncí las cejas- Mi madre no me aviso nada-.
-Es porque todavía no lo sabe - Dijo media desconcentrada mientras sacaba una camisa rosa suave del cajón
