-Segura que ..?- Levante la mano hacia Kala y toque su hombro, pero me tomo del brazo y movió antes de que termine, aunque mi cabeza siguió viendo el cartel que colgaba a un costado de la taberna, con manchones da sangre, y algunos puños marcados.
Entramos bruscamente al lugar, estaba hasta el tope de personas, todas median más de un metro ochenta de largo y otro metro de ancho, el olor de cerveza fermentada y sudor invadía el espacio, una música alegre sonaba, con flauta, piano y guitarra. Kala aspiro fuertemente por la nariz, yo no pude hacer lo mismo, pero a ella se le hacía natural. Caminamos sin ser vistos por el costado hasta que llegamos al lugar en que estaba un hombre tocando el piano, era bajo como Kala y tenía anteojos, el sombrero de copa le disimulaba los cabellos canosos, era flaco y tocaba el piano con pasión, moviendo los pies al compás de la canción, de vez en cuando gritaba He,hey!, tomaba un trago de cerveza y saltaba por los aires con el vaso en la mano, como hacían todos en esa parte de la canción, al caminar pude divisar a muchas mujeres en el bar, que no se veían al principio, borrachas y con un poco menos de ropa de la deberían, por la edad, más que todo, no tenían la edad de Kala, no creo.
-Voy por una cosa y vuelvo, no hables con nadie-Dijo ella mientras desaparecí entre la multitud. ,antes de que pueda reprocharle
Estaba a la altura del pianista cuando este se dio vuelta y grito, dando el final a la canción, dejando todo en la mano del músico que le seguía, que tomo su lugar en el piano, tomo la jarra y me miro detalladamente mientras los lentes se le levantaban por el tamaño de la copa. Se me acerco despacio, sin sacar los labios de la bebida.
-Tú no eres de por aquí, o no muchacho?- Dijo sacándose el vaso de la cara y refregando se con el puño de la camisa.
Me mire de pies a cabeza, unos vaqueros, botas y una camisa azul no era nada de otro mundo, pero igual negué con la cabeza
-Con quien viniste hijo?- Dijo mientras pasaban unas bailarinas de mi edad, bastante lindas, pero no eran lo que me llamaba la atención, él se quitó el sombrero, y levanto repetidamente las cejas en forma de coqueteo, pero ellas me tenían en la mira, pasaron riéndose entre ellas y susurrándose cosas mientras me veían haciendo ojos, fue bastante divertido los gestos del hombre a las mujeres, pero calle la risa, y opte por sonreír.
-Una amiga- Dije sin ni siquiera prestarles atención y levantando la mano para llamar a la camarera, que también ya me tenía los ojos encima.
-Muy bien- Me dijo guiñándome un ojo cómplice- Y quién es esa amiga tuya?- Pregunto mientras daba vuelta la jarra, tirando dentro de su boca las ultimas gotas de cerveza que le quedaban.
-Que desean?-Interrumpió la mesera mirándome con una mirada seductora, era rubia y tenía un vestido que resaltaba su poco busto de una manera no muy disimulada, el corsé le quedaba apretadísimo y se le marcaban las varitas de la prenda, llevaba una pollera por arriba de las rodillas, pero se encogía atrás, todo verde, bien alemán, un poco raro, ya que estábamos al este de lo que todos le dicen el nuevo mundo, pero ya era muy aceptado que existimos.
-Dos jarros de cerveza y tu número de cuarto- Dijo el hombre cortando mi respuesta, me guiño de reojo
- Las cervezas para mí y el numero para mi amigo- La mesera se sonrojo pero obedeció y salió disparada para la cocina.
Reí ligeramente y el conmigo.
-Igual, si trae su número de cuarto me lo quedo yo- Dijo recomponiendo se, haciéndome reír todavía más, al recomponerlos ambos hablo
- Me llamo Jeremías, mejor conocido como Jer- Me tendió la mano y yo la tome, pero repentinamente el me tiro hasta él y me dio una palmada en la espalda, un poco fuerte pero amigable, al estar cerca mío comento