ACA TERMINA LA MARATON!
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-Dame uno- Ana giro su mano y la rubia le paso otro igual- Ethan- Me miro fijo- No te recomiendo estar cerca.
No hice preguntas pero al querer soltarme de la mano de Kala ella apretó muy fuerte, y sentí como rechazaba la acción, aunque siga respirando muy rápido inflando los cachetes al tope, mirando la cama.
Y con la misma rapidez que la chispa salió de Luna, una lámpara de seda roja se incendió.
-Luna, te dije que no quemes la lámpara!- Grito Ana mientras tiraba fuertemente el otro guante al piso y salía disparada hacia el objeto en llamas, y contenía las llamas con más de él.
-Apágalo!- Grite sin poder liberarme de la mano de Kala, que cada vez apretaba más.
-Crees que es tan fácil pagar el fuego de ella?- Grito mientras apenas había movido la cabeza hacia atrás para contarme
Hice una mueca confusa y sentí una luz que se prendía detrás de mí, gire y vi a Kala en llamas, totalmente, de pies a cabeza, incluida la mano que sostenía, la cual recién ahora logre soltar, ya que me quemaba.
-Santo cielo Luna! Es solo un pinchazo!- Dijo Eine mientras trataba de contener las chispas que salían disparadas de Kala con un centro de poder que las absorbía.
-Qué hago?- Grite
-Lo tuyo- Ana ya se estaba asfixiando por el humo y grito con mucha fuerza.
Y ya que lo único que podía hacer es aceptar lo que poseía, que era poder entrar a la mente de ella. El gran rompecabezas se alzaba ante mí de nuevo, y me escabullía por el mismo agujero que antes, esos extraño rostros pasaron por enfrente mío, me encontraba en un lugar donde todo era rojo y giraba en torno mío, y mirando entre todos los lugares y caras que pasaba a toda velocidad por alrededor mío logre divisar a una chica, de pelo corto, rubia, con la misma contextura física que Kala, pero por una extraña causa no parecía ella, y en cuanto me fui acercando me di cuenta de quien se trataba, era ella, sentada en una silla, atada por sogas que destellaban un brillo amarillo, pero no se parecía a mi Luna, era débil, parecía, delicada, hasta logre ver una centellada de maquillaje en su rostro, aunque su pelo era corto y rubio, su rostro era el mismo, maquillado y legible, no como el rostro relajado pero inelegible de Kala, llevaba un vestido blanco largo en el cual se resaltaban manchones rojos, que por lo visto, es sangre.
-Kala!- Grite mientras empezaba a correr al ver como las lágrimas caían por sus mejillas- Kala, me escuchas?- Por lo visto no, ya que no daba respuesta alguna, en un momento después alzo un poco la vista y fijo los ojos verde cristalino en una figura que se acercaba en la negrura que se formó alrededor nuestro.
-Querida..-La figura que se acercaba hablo, una voz grave y fría.
-Hunter...- Su voz sonó diferente, sonó asustada.
-Por qué no me quieres mostrar…- Decía mientras se acercaba, pero no se le lograba ver el rostro, estaba sombrío, negro, al igual que el cuerpo.
-Por qué sigues creyendo que hay algo que mostrar?- Las lágrimas caían a chorros por su mejillas.
-Crees que esas cosas que puedes hacer con las armas y los elementos son normales..?- Kala se puso rígida, y el sujeto empezó a dar vueltas alrededor de la silla, rozándole el cabello lentamente.
-O no querida, yo sé que algo más tienes- Siguió con ultimo toque de mentón y se alejó, luego una pequeña mesa metálica se divisó, con muchas herramientas de diferentes rubros estaban esparcidas por todos lados.