Arriba, Pimpollo

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Hola! Ya se, no actualizo hace muchito, epro voy a tratar de escirbir mas seguido! Bueno dsifruten!

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Mi hombro se sentía caliente, más que eso, sentía que me estaba quemando, que me había quemado, y el dolor empezaba a cesar, me atreví a abrir mis ojos, y vi un rostro lastimado que me miraba con unos ojos marrón verdoso, una nariz pequeña, cachetona, que me agradecía con una forzada pero natural sonrisa.

-Qué demonios..- La voz de Eine sobresalió, me encontraba acostado a un lado de Kala, con la cara muy cerca de la de ella, me senté forzosamente en la cama, y mire a mí alrededor.

Todo lo que antes fue fuego, ahora se convirtió en diamante, está laquitas de este colgaban del techo, la lámpara que antes estallaba en llamas ahora se encontraba rodeada por diamantes,  las chicas estaban congeladas ante el fabuloso espectáculo, ya que pequeños diamantes todavía volaban por el aire, posándose en lo primero que chocaban, en eso examino a Kala,  se encontraba destapada, ya que la manta se había quemado, sus marcas se encontraban a la vista, y solo vestía una tela cubriéndole el busto y un pantalón corto, hace que al reaccionar me levante y busque el abrigo rojo y se lo coloque a Kala, y al querer ponerle la capucha, me tomo por la camisa y tiro en la cama al lado suyo.   

-Eras tu…-Me sonrió y coloco su frente tocando la mía, mientras movía lentamente su pequeña nariz, haciéndome cosquillas.

-Supongo…- No entendía nada, al mismo tiempo que en mi mente todo se aclaraba.

-No entiendes nada, ¿No?-Me dijo sonriendo.

-No, ni un poco- Susurre entre risas, las suyas y las mías.

-Ustedes dos necesitan una buena dosis de normalidad…- Dallas, Alex y las chicas nos miraban, Ana tenia todavía la venda en la mano, y Eine miraba curiosa las marcas visibles de Kala, que al darse cuenta de eso, se puso la capucha y hundió su cara en mi pecho.

-Luna..- Ana se acercó lentamente y se sentó en la parte posterior de la cama.

-Ohm..?- Ella apenas asomo un poco la cara para responder.

-Nos debes una gran explicación…- Dijo mientras rozaba una de sus marcas en el pie, el cual ella escondió bajo la gran capa.

-Ambos- Alex alzo la voz y rozo la capa, que aun exhalaba un brillo amarillo.

-Hey- Escuche decir muy bajo a Kala, la mire, había levantado un poco la cara y me mantenía la mirada

- Cualquier problema es tu culpa- Bromeo, reímos juntos y trate de que se sienta mejor tomándola del mentón y acercándola hacia mí, pero al tocarse nuestros labios, aunque sea un rose, ella se encorvo con una mano en su estómago, como si una punzada de dolor, reaccione, corrí su capa, y con cuidado levante su mano ensangrentada.

-Sigue sin ser posible, Ethan- Espetaba por enésima vez Ana mientras le limpiaba la herida a Kala por detrás de una cortina que no nos dejaba ver.

-Esta vez sí estoy de acuerdo…- Prosiguió Alex mientras jugaba con un pedazo de cristal, sentado en el sillón.

-Pero es que solo lo pensé, ya no sé qué más decirles- Susurre por cuarta vez sentado del otro lado de la sabana, esperando a que termine  de curar a Kala.

-Empieza ya a explicarnos como hiciste para poder parar a Luna- Grito Eine desde el otro lado de la habitación, después de por fin despagarse de la boca de Dallas.

-Sí, eso es más lógico..- Siguió la morocha a la cual no veía, que trabajaba arduamente, ya que se sentían ya sus jadeos por arriba de los suspiros de dolor de Kala.

The Unlocker (El desbloqueador)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora