Capítulo 19 Reto

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7 de Mayo de 1969

Le suelto de las manos y me levanto, lo toma como un rechazo nuevamente y me retira la mirada, totalmente dolida, voy hasta el tocadiscos y vuelvo a poner el disco de vinilo. Era una balada, me acerco hasta ella y le ofrezco la mano:

– ¿Me ofreces éste baile?

No la iba a besar de forma fría y áspera, no después de contar algo así. Ella estaba mal, yo estaba mal:

– Lexa– me dice decaída– No quieres hacerlo

– Clarke, por favor, quiero bailar contigo– curvo los labios– bailamos poco y es muy triste ¿No crees?

Con menos entusiasmo acabó obedeciendo y en ésta ocasión me tocó acercarla agarrando de su mano y pasé la otra por su espalda baja. Lentamente nos empezamos a mover de un lado a otro:

– Una de las últimas veces que bailamos– comenzó a contar más tranquila– en una situación parecida, fue porque lo preparaste tú, me pareció buena idea, parece ser que me equivoqué

– Clarke – Musito, antes de separarme un poco y quedar hipnotizada con su mirada– tengo miedo de lo que va a pasar ahora.

Se tensa y veo el miedo reflejado en el color azul de sus ojos:

– ¿Qué va a pasar?

– Que te voy a besar y no porque me lo pidas tú– si solo fuera por petición no lo haría, tan complaciente no soy, aunque muchas veces pueda llegar a parecerlo– si no porque quiero yo y eso es lo que más asusta.

Comprendo que le sorprenda una respuesta como esa, ¿quiere decir que me he olvidado de Ontari? Es la razón por la que me haya refrenado en más de una ocasión. Siento que hemos entrado en un círculo vicioso, en el que haga lo que haga, decida lo que decida, siempre habrá alguien que sufra o las tres. Llegué a un punto donde mi palabra ya no tiene ningún valor ¿Cómo quieren que las elija? Ni yo misma me elegiría. Voy a besar a una mujer a la que seguramente le di mi palabra en muchas cosas, voy a besar a una mujer después de haber dado mi palabra a otra <<se llama cargo de conciencia>> escuché la maldita voz en mi cabeza, como si ya no me mortifico lo suficiente. Si al menos Bellamy, Octavia u alguien estuviera para poder hablar, pero me veo sola, apunto de enfrentarme a sus labios, que me atrevo a acariciar con el dedo gordo, humedezco los míos, anticipándome a lo que en cuestión de segundos va a ocurrir, contengo la respiración y cierro los ojos cuando por fin sucede, la beso, de forma suave, una acción que volvemos a repetir, en esta ocasión correspondido, ya no soy yo besándola, somos las dos besándonos, me atrae pasando su mano por detrás de mi nuca y yo la atraigo a ella agarrándola de la cadera y abrazarla más fuerte, entreabre los labios e invita a mi lengua pasar. He besado a unas cuantas mujeres, no diré con muchas, sinceramente se cuentan con una mano. Puedo decir que Ontari es de las que besan y te endulzan la vida, pero los besos de Clarke son de los que te condenan toda la vida, el alma arde y me abrasa, hasta el punto de que quiero llorar, creo que ella siente ese mismo fuego o como la señora McConaughey y yo lo llamamos, la chispa. Nos dejamos llevar, como dos adictas que toma su dosis besándonos casi sin respirar, incluso se le escapa un suspiro sonoro, despierta partes de mi cuerpo que quiero que permanezcan dormidos, sé que ella no hubiera importado seguir. Hago de tripas corazón y me separo un poco apoyando mi frente con la suya:

– ¿Qué ocurre?

– Nos estamos descontrolando un poco

Sonríe:

– ¿Y qué pasa con eso?

Quiere volver a besarme, sin embargo en esta ocasión me aparto un poquito:

– Clarke no me voy a acostar contigo

Me arrepiento de no haber terminado con "Esta noche" ya que lo ha tomado como un verdadero rechazo, me empuja un poco y deshace nuestro abrazo:

Honor Guerra y Amor 2 (Clexa G!P)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora