Jess's P.O.V
Sonaban pasos en las tablas de madera del pasillo, lo que me puso totalmente despierta y gracias a eso se detuvo mi pesadilla. Mi corazón estaba acelerado. Estaba cubierta de sudor pero esperanzadoramente me podré recuperar pronto.
El reloj dice 2:00 a.m. desde el lado lejano de la habitación, mientras los pasos se van acercando.
Tan feliz como estoy, mi tortura se ha detenido, y mi corazón se llena de miedo. Si alguien está merodeando este lado de la casa pasando la medianoche, habré echado a perder meses de esfuerzo duro y lloraré mientras duerma.
Es mi culpa por arriesgarme, pero la cama se miraba tan cómoda. Yo sólo quería estirarme un momento, pero estaba demasiado cansada después de la entrevista, que me debí haber dormido.
Me mordí mi labio y aguanté la respiración. Me dije que el paso de esa persona que estaba al acecho era mi mamá. Ella no se va a detener hasta que me vea. Forcé a mis miembros pesados por el sueño a moverse de la cama.
Consolada, tomé un descanso hacia el escritorio y limpié las lágrimas de mis mejillas y ojos, mientras rápidamente moví una mano sobre mi teclado. La laptop surge a la vida justo a tiempo, iluminando la esquina lejana en la habitación mientras ella abre la puerta sin avisar.
—¿Estás bien? —pregunta, con una voz forzada. Preocupada. Esperando que admita tener una pesadilla.
—Todo bien —dije, usando un tono animado. Necesito jugar esto perfectamente o estaré tostada. Pongo en ángulo la luz de la pantalla para alejarla de mi cuerpo y que ilumine el teclado antes de pretender escribir.
Cuando mamá no se va, soy forzada a verla. Esperanzadamente mi expresión serena está en lugar, pero no hay garantías. No después de una pesadilla.
Si ella atrapa que es fingida, no me será permitido iniciar mi pasantía cuando la escuela termine la próxima semana. En cambio, ella me llevará de nuevo a terapia.
Finjo una pequeña sonrisa. —Yo... yo estoy muy emocionada para dormir, así que decidí revisar algunos campus. Olvidé bajar el volumen antes de reproducir un video. Lo siento si te desperté.
—¿No deberías estar durmiendo por los finales? —pregunta ella, pero no es hasta que bosteza, aprieta el cinturón de su bata color azul bebé y se inclina contra la puerta que asume su postura-de-conferencista- y-abogada hasta que sé que el riesgo se ha ido y libero el aire.
—Estoy segura de que tu padre estará de acuerdo conmigo que es prematuro que tú revises los portales de internet de las universidades. Nos reservamos el derecho de darte una decisión hasta el final del verano —dice ella, gracias que no me ve cuando ella bosteza de nuevo. Ella se ha creído mis mentiras.
—El Doctor Brodie me dio “pulgares arriba”. ¿Por qué no lo puedes creer? —solté, tratando de detener mi respiración tanto como fuera posible.
—La Universidad está demasiado lejos. Toma un paso a la vez. El hecho de que los impresionaste para que te ofrezcan una pasantía sin remuneración es un buen inicio. Eres una chica muy afortunada. Y...
Eres una chica muy afortunada.
Eres una chica muy afortunada.
Las palabras del oficial de policía de mi pesadilla se mezclan con el discurso de mi madre y explota con un rayo doloroso en mi cabeza. Mamá tiene un talento para decir lo más equivocado en el peor momento posible.