Capítulo 24

968 53 0
                                    

Harry's P.O.V

Lanzo el LightStick número cinco mil y me salvo-de-esta- basura-plástica dentro de la caja con completo disgusto, atrayendo una mirada de Percy-de-Embarque.

Percy-de-Embarque es mi pareja recién asignada de trabajo. Tiene veintidós años y abandonó la secundaria. Él ha estado remplazando a Jess desde el lunes.

      Lunes. El día que Jess oficialmente me abandonó. El lunes fue un día malo.

      Ya han pasado tres días desde que he visto Jess. Por supuesto, la chica no ha regresado incluso uno de mis textos o llamadas telefónicas. Ni una sola. Porque Jess está enferma y cansada.

      Enferma y cansada. Eso es lo que yo le había dicho a Michelle y Niall para explicar su ausencia en la pista. Eso es lo que le dije a mi abuela cuando ella me vio abatido.

      Yo, por supuesto, dejé fuera la parte en la que está enferma y cansada de mí.

      —Tres días con Percy-de-Embarque —murmuro mientras ensamblamos el siguiente LightStick, recordando lo fácil que Jess me había cerrado y empujado lejos en todos los niveles.

      También me había abandonado completamente aquí en Geekstuff.com la fábrica de explotación exagerada de plástico. Solo.

      Percy comienza a silbar: —Este viejo... jugó uno... jugó al knick- knack en mi pulgar.

      Peor que solo.

      Al parecer, Jess le había pedido al Señor Foley tener una semana de regreso a la parte final de las cosas.

      Él me contó toda la historia. Dijo que no podía negarse a tan motivada y sentida solicitud del corazón. La había enviado directo a estudiar el cumplimiento de la orden y atención al cliente en procesos, sin duda. Me preguntó si me importaba primero. Le dije al Señor Foley lo que él quería oír.

      Que no me importaba en absoluto.

      Me quebré las muelas fingiendo esa respuesta y manteniendo mi cara seria. No tengo ni idea de cómo a Jess le quedan dientes en la boca después de los actos de manipulación que pone en marcha todos los días. La chica no mentía acerca de un hecho, sin embargo.

      Fingir que eres feliz y todo está ―súper-increíble‖ toma demasiada energía. Nunca me he sentido más cansado en toda mi vida.

      Le doy a Percy una mirada de regreso. Estamos cada uno ensamblando nuestras propias tablas de piezas LightStick.

       —Por lo menos no tienes que parar para dormir la siesta narcoléptica —digo.

       —¿Qué? ¿Narcoléptica? ¿Qué es eso? —Percy mira hacia arriba.

       —Nada. Decía que, ¿probablemente terminaremos con estos para el viernes? ¿No te parece?

       —Si vamos a ser optimistas. Es una posibilidad. —Percy da una mirada a los montones de piezas de juguetes que aún no se han ensamblado y niega con la cabeza—. Soy del tipo de lamentar dejar mi

oficio. Nunca pensé que admitiría extrañar mis cajas de cartón y una computadora después de sólo tres días fuera de embarque.

       —¡Tres días! ¡Tres días! ¡DIOS! —Lanzo otro LightStick, verde esta vez, en la caja—. Por lo menos no tuviste que hacer las catarinas y ranas.

       Atasco la siguiente tapa, azul esta vez, con tanta fuerza que casi se rompe. Para probarlo, empujo el botón de encendido una vez y lo pongo en pausa un momento para estudiar el producto terminado. Cuando está encendido, la versión azul tiene el mismo tono exacto de los ojos de Jess.

Almost | Harry Styles {Adaptada}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora