Jess'sP.O.V
Moví la masiva pila de basura de final de año del casillero así puedo alcanzar mi sudadera rosada de capucha antes de que se deslice fuera de mi hombro. Con el peso balanceado y la dolorosa presión fuera de mis brazos, contemplo por millonésima vez el loco trato en el que me metí ayer.
Difícilmente puedo creer en que todo eso haya pasado. Ya que no he visto o escuchado de Harry Styles una sola vez hoy, estoy empezando a sospechar que cambió de opinión.
La única exigencia del Señor Foley había sido no haraganear o quejarse por no tener paga. Me probaré para él. El trabajo era mi meta, no el efectivo. Verá que tan feliz estoy. Después que cerramos el trato, el Señor Foley me había llevado a un tour por las instalaciones.
Harry no se unió porque él ya había tenido el tour el día anterior. Parecía que él había mantenido su boca cerrada como prometió, acerca de mí, sobre el trato y aparentemente, todo. Hasta ahora no he sido
el objetivo de ningún inusual comentario malicioso en los pasillos. A pesar de la programación de los finales, todos me han estado tratando igual, ignorándome o evadiéndome, como es usual.
Sin contar a mi familia, por supuesto.
Ellos han estado todos tan sonrientes conmigo como con una niña pequeña que finalmente ha usado el baño para niñas grandes, mamá incluso eligió ignorar el hecho de haberle gritado anoche como una idiota. Esta mañana, cuando no me fui temprano, me hizo unos huevos hervidos y, ¡se disculpó conmigo por invadir mi privacidad!
Eso es tan retorcido como yo contratando a un novio por el verano.
Me estoy dejando esperar que Harry no se me haya acercado porque no quiere empezar nuestra relación hasta que la escuela haya terminado el viernes. Quizás piense que será más fácil con menos testigos para su vergüenza. No lo culpo. Sólo lo estaré ignorando también, hasta el primer día de trabajo. Una vez que estemos forzados a compartir la pequeña oficina de pasantes que el Señor Foley nos dio, las cosas fluirán bien. Harry hizo bastante obvio que necesitaba el dinero. Para conseguirlo, él va a tener que presentarse, finalmente.
Como si lo hubiera conjurado con mis pensamientos, Harry Styles está repentinamente parado enfrente de mí. Mirando. Otra vez.
En lugar de chocar directo hacia él con mi boca abierta, patiné por una muy poco grácil parada y sostuve apretadamente mi equipo de ciencias, mi vaso precipitado y el mechero de Bunsen. Los libros, papeles y otras cosas de menor valor cayeron a sus pies.
—¿En serio? —dije, manteniendo mi tono sarcástico para cubrir mi corazón acelerado—. ¿No pudiste darme algún tipo de advertencia?
Esta vez, ni siquiera intente salvar mi sudadera de caer porque había cometido el peor error de todos al mirar su cara. Sin tener otra opción, intente mantenerme firme y orientarme. Obviamente, soy alérgica a las cosas hermosas, verdes, y brillantes. Como sus estúpidos ojos.
—Se llama prestar atención —dijo él, copiando mi sarcasmo—. Pensé que me verías. Buena esa de salvar las cosas rompibles. —Se rió y bajo para alcanzar mis cosas.
Todavía no he sido capaz de moverme. ¿Cómo está sola persona podía sacudir mi control tan fácilmente? Me sonríe y lanza un guiño. Por supuesto mis piernas se vuelven de goma.
—¿Es este un hábito tuyo? —pregunta.
—¿Qué?
—¿Dejar caer cosas cada vez que me ves? Es algo lindo. Halagador —agrega, enderezándose fácilmente sosteniendo todas mis cosas en sus enormes brazos.