Jess's P.O.V
La puerta se abre y Harry se acerca a mí a toda velocidad con un cohete.
—¡Uuuuf!
Él es tan enorme que se golpea contra mi espalda. La puerta se cierra detrás de él tan rápidamente de un golpe que suena como un disparo.
Su teléfono sale volando. —¡Mierda! —dice. Capturo un destello de sorpresa en sus ojos verdes cuando parpadea hacia mí, mientras mi iPhone también se me va de las manos y aterriza en algún lugar detrás de mí.
Intento seguirlo pero ese movimiento me hace perder más el equilibrio.
Estoy a punto de caer de las escaleras del porche. Extiendo mis brazos, buscando la barandilla, pero la palma de mi mano choca con la barbilla de Harry con un golpe, en cambio.
Él dice algo que suena como—: Ouwffmierdaoof.
Aguanto la respiración, agarrando cualquier cosa que pueda detener mi caída. Todo lo que veo es el concreto cuando caigo y me pregunto cómo se sentirá cuando me golpee.
Harry se tira para mí y me aplasta contra su pecho, respirando agitadamente. —Te tengo. Oh, por Dios. ¡Te tengo! ¿Qué estás haciendo aquí?
Mi nariz es aplastada en su camisa. Mi cabello arreglado por Kika, ha caído en un tumulto sobre mi rostro. Sus brazos de repente de aprietan alrededor de mí hasta el punto de que apenas puedo respirar. Me aferro a él fuertemente más de lo que debería, pero no lo puedo evitar.
¿El golpeteo salvaje en mi cabeza es de mi corazón o el de él?
—Uh... —digo, finalmente, cuando después de un largo tiempo aún no se ha movido para dejarme ir—. Así no es como imaginaba esta conversación. Y créeme, de hecho había planeado algunos escenarios.
También, los practiqué frente al espejo —agrego, respirando su calor.
—Yo igual. También escribí un guion.
—Por favor. —Río y miro hacia arriba. Él está sonriéndome a través de mi cabello enredado—. Harry. Lo siento ¿Podrás perdonarme por lo que dije?
Me atrae más cerca. —Lo has entendido mal. Si solo pudiera volver a hacer todo. Por favor, acepta mis disculpas. Siempre. Me lamentaré.
—Lo hago. Lo hago ¿Esta bien? Eso es porque estoy aquí. Y quiero disculparme por no entender. Por no escuchar.
—Bueno, vas a escuchar ahora. —Él toma una enorme respiración.— ¿Cómo es que siempre te las arreglas para oler tan bien? ¿Es eso de pastel de durazno otra vez?
—Para ser exactos, es pastel de frutas. Y bueno... hueles como limas y... felicidad para mí. —De repente me siento tímida y mi voz vacila aún más—.Vine por uno de esos... esos. Um. Ya sabes, ¿besos de reconciliación? Escuché que eso se hace cuando tienes una pelea con tu novio. ¿Si... eres... en verdad... todavía mi novio? —Aguanto la respiración.
Él suspira en la cima de mi cabeza. —Diablos, sí. ¡Sí!
—¿Diablos sí me besaras? ¿O diablos sí eres mi novio?
—Ambos. Dios... Jess... las dos cosas. —Me abraza fuertemente.
Trato de liberarme, queriendo desesperadamente ver su rostro y me doy cuenta de que mi cabello se ha enredado tanto en los botones de su camisa que no puedo mover mi cabeza más de dos centímetros de su pecho.