➳Tell me. |Why Don't We|.

➳Momentos que se guardan en el corazón.

PARTE II

Corbyn

¿Dónde se habrán metido ese par? Jonah y Madeline se habían atrasado. En todo el camino no los he visto, mucho menos a Daniel. A Zach lo había encontrado con Gerald, un compañero. No tenía cara de buenos amigos. 

Camino solo, intentando divisar entre el tumulto de gente que se aproximaba a una cabellera rubia.

¡Maddie! ¡Jonah!

Los mencionados vienen trotando. Sonríen agitados.

— ¡Corbyn! ¿Qué tal la caminata?— pregunta inmediatamente Maddie, poniéndome a mi lado. Jonah se queda frente a nosotros.

— Un poco pesada, ¿cómo les fue a ustedes? ¿han visto a Daniel?— interrogo. Jonah hace una mueca.

— Uhm, está detrás de ustedes— murmura mi amigo. Enseguida giramos y vemos a Daniel con los brazos alzados y la boca entreabierta.

— ¡Maldita sea! ¡Lo arruinaste Jonah!— exclama frustrado. Los tres reímos y Daniel hace pucheros.

— Gracias, son cinco dólares por salvarlos de un paro cardíaco— comenta nuevamente Jonah, extendiendo su mano. 

Enarco una ceja y golpeo la palma de su mano contra la mía.

— Ya quisieras— digo mirándolo mal. Jonah sonríe abiertamente. Detrás de él observamos a Zach y Jack, peleándose, como de costumbre.

— ¿Por qué no quieres compartirme tu repelente?— pregunta furioso Jack. Maddie se cruza de brazos y Jonah se lleva las manos a la cara.

Siempre era la misma escena. Yo ya estaba acostumbrado, pero antes de que pasara a mayores actuaría.

— Porque tú tampoco quieres compartirme el bloqueador solar, ¿No ves que parezco camarón sin él en el tremendo sol que hace?— responde el enano. 

Es hora de actuar. 

Le doy una mirada a Maddie y ella va por Jack.

— Jack bebé— menciona. Jack enseguida la mira con una sonrisa incómoda.— No pelees, mira que Jonah te prestará repelente y todo resuelto— comenta suavemente. Jonah estira el producto.

Jack mira confundido al par, pero acepta y comienza a aplicárselo.

— Aquí tienes bloqueador, enano— murmuro por lo bajo, entregando el pequeño envase a Zach.

Sonreímos y sentimos una atmósfera de tranquilidad. Estos revoltosos no dejarán jamás de molestarnos, pero así los amamos.

Treinta minutos después (...)

Madeline

Estoy a punto de meterme una uña a la boca para masticarla de los jodidos nervios que siento. No iba a superar esa caída con Jonah ni en un millón de años. 

Sentí que el mundo daba vueltas y cuando por fin pude verlo a los ojos, esa sensación se detuvo y cambió por otra que me hizo sentir ansiosa. 

Oh Jonah...

No veía por ningún lado a Jenn ni a Gabe. Por mi perversa mente se cruza el hecho de que ellos estén juntos... 

¡BASTA MENTE!

Siento el calor en mis mejillas. Debería existir un lavado de mente, creo que la mía necesita una extra. Aunque es por molestar, yo sé que Jenn todavía no piensa dar ese paso, ambos son muy serios para ese tipo de cosas.