➳ Miradas suplicantes.

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Jenn

Observo la gran timidez que Maddie tiene con Daniel en este preciso momento. Ambos nadan en una esquina despejada de la gran piscina, mientras que el resto sigue en la práctica.

Maddie, hasta el momento, ha hecho todo bien. Jonah y Gabe admiran a la chica en el agua y simplemente no puedo dejar de pensar en lo agradable que es.

¡Apenas nos habíamos conocido y se sintió como si hablara con ella desde hace años!

Es una persona cálida, sincera y amigable... Me sentía muy cómoda con ella.

Pasan diez minutos, los cuales fueron una eternidad, para que luego Maddie salga de la piscina. Enseguida le entro la toalla con sus pertenencias y ella sale corriendo a los vestidores.

Daniel se acerca al filo de la piscina y yo hago lo mismo. Jonah y Gabe conversan en las gradas.

— ¿Y tú que crees? — interrogo para luego mirar a mi amigo con una sonrisa pícara. 

Estaba 99.99% segura de que Daniel estaba interesado en Maddie... ¿Razones? ¡Muy fáciles y obvias!

Había sido la persona que habló con el director para que nosotros nos encarguemos de recibirla. Cuando la vio personalmente, fue el primero en presentarse e incluso le dijo lo maravillado que estaba de conocerla. Fue el que se ofreció para presentarse los club's, e incluso no desaprovecha el momento para hacerle una pregunta sobre cualquier cosa, por más mínima que sea.

¡Lo sé! ¡Me debería llamar Sherlock Holmes!

— Que sí, definitivamente debería quedarse en este club — murmura sonriente Seavey. Muevo mis cejas, para luego reír.

— Aquí, contigo — completo la frase. Veo como esas mejillas empiezan a teñirse de color rojo y me parece tan adorable. Aprieto una de ellas sin su permiso, a lo que se queja.

— Solo no seas tan obvio, no queremos que salga corriendo — es lo único que comento para luego levantarme. Daniel sonríe tímidamente y sale de la piscina ya que la práctica ya ha terminado.

Maddie sale con su ropa intacta, pero su cabello está completamente enredado. Menos mal le había sugerido guardar el peine en su maleta porque siempre surgían imprevistos como éste.

Se acerca tiritando del frío. Jonah enseguida le ofrece su abrigo.

— ¿Estás seguro? — pregunta Madeline, a lo que Jonah asiente. Cuando se lo pone, parece una niña: le queda gigantesco.

— Es la nueva moda — anuncia Maddie cuando todos la miramos sonrientes. Las risas estallan.

¿Lo ven? ¡Divertidísima!

Daniel enseguida se une a nosotros, preguntando el motivo de las carcajadas que retumban en la piscina. Caminamos rumbo a nuestro hogar para hacer nuestras tareas.

— Por cierto Madeline — menciona Daniel, capturando la atención de todos — ¿Cuánto tiempo estarás aquí? — pregunta Daniel. Observamos a la chica que se pone nerviosa. Jonah se queda mudo y deja de sonreír.

— Cuatro meses — susurra Madeline un poco triste.

¡¿QUÉ?!

Daniel es el que luce más impactado, mientras que Jonah suspira. ¿Acaso él ya sabía esto?

— ¿Pero qué? ¡No puede ser! ¡No puedo creerlo! — alza el tono de voz Daniel, hablando rápidamente. La seriedad de Maddie es un indicador de que es real lo que dijo.

— Pues así está programado en mi caso — afirma mi amiga rubia suspirando. Me quedo pensativa.

— Está bien, calmémonos — murmuro rápidamente. Nos detenemos en recepción. —  Vamos a divertirnos el máximo con Mad, así que desde ahora dejen los pensamientos negativos y la cuenta regresiva, ¡ESTÁ EN OTRO LUGAR DEL MUNDO! ¡Necesita conocerlo y disfrutarlo! Por lo tanto, debemos enseñarle lo genial que es San Diego — afirmo siendo toda positiva. 

➳Tell me. |Why Don't We|.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora