➳ "Soy rubia, así que discúlpame".

610 43 0
                                    

Madeline

No es como si en un abrir y cerrar de ojos ya estuviera en Adelaida de nuevo, pero cada vez estaba más cerca.

Ya eran 2 meses y medio de estar aquí. Y sí el tiempo había volado. Se había llevado consigo muchas experiencias locas, por ejemplo, llegué a saltarme la clase de gimnasia con Zach solo porque se nos antojó una porción de pastel de chocolate que estaba de oferta en la cafetería.

Fue muy gracioso, hasta que Corbyn casi nos mata de un infarto.

Flashback

Me encontraba saliendo de los vestidores, luciendo el short y la camiseta para hacer gimnasia. De solo pensar que tenía que hacer 100 abdominales, me dolía hasta el alma. 

— ¡Maddie!— exclama Zach. Lo miro extrañada, debía estar en clase de Física.— ¡Ven un momento!— me llama. Aún faltaban cinco minutos para que la clase empezara.

Qué querrá este chico.

— Fuguémonos de esta clase, ambos sabemos que a ti no te gusta la gimnasia ni a mi la Física— me propone. Mira a todos lados.

Me empiezo a reír estruendosamente, para que él me tape la boca y prácticamente me arrastre hasta el campus.

— Vamos, yo invito el pastel de chocolate, no puedes resistirte— pide. Maldito, sabía que me encantaba ese postre de aquí. Lo miro entrecerrando los ojos. — Hoy está de oferta, incluye café y frutas — canturrea. 

ERA CIERTO... ¡Y ESTA MAÑANA SE HABÍA ACABADO TODO! Lo único que supe fue que harían otra tanda para el almuerzo.

— ¿Y que dices?— pregunta pestañeando rápidamente. Desordeno su cabello y pongo cara resignada.

—  Vamos antes de que alguien note que nos fugamos— murmuro por lo bajo. Zach apresura el paso, balanceando nuestras manos.

Caminamos por el campus, paseándonos como si nada hubiese pasado. Zach iba contándome cualquier tontería que me hacía reír. Era muy agradable. Llegamos a la cafetería donde habían un par de personas. Yo me sentía un poco incómoda por la ropa que estaba usando.

— Quédate aquí, ya vuelvo— dice Zach cuando me hace sentar en un rincón. Yo ya me estaba poniendo nerviosa, casi nunca me había saltado una clase ni mucho menos me había dejado llevar por una rebanada de pastel.

Cinco minutos fueron los que pasaron cuando vi a Zach llevando la orden de los pasteles. Los había conseguido y a mi hasta me brillaban los ojos.

— ¿Haces esto muy seguido?— interrogo llevándome el primer bocado. Delicioso, una maravilla completa. 

Maldita sea, en este momento me lleno de azúcar en vez de vergüenza.

— No, solo me he saltado dos clases más con Corbyn y Jack por videojuegos— comenta sin una pizca de pena. Vale Zach, te he pillado.

Comíamos como si tuviéramos todo el tiempo del mundo. Entre varias anécdotas de mi viejo instituto y éste, no había nada como estar aquí, con los chicos.

— ¿POR QUÉ COMEN SOLOS Y NO INVITAN? — anuncia alguien a nuestras espaldas. Zach y yo gritamos espantados.

Había sido Corbyn.

— Maldita sea, ¿QUIERES QUE NOS INFARTEMOS? ¡PESADO!— exclama Zach, llevándose la mano al corazón como yo. Corbyn ríe, sin importar que ha hecho escándalo.

— Háganme espacio, niños— comenta, colándose en nuestra mesa y otra orden del pastel.

— Y tú... ¿Qué haces merodeando? ¿Cómo nos encontraste? — pregunto. Él también tenía clase de Física.

➳Tell me. |Why Don't We|.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora