➳Tell me. |Why Don't We|.

➳ Clubs e interrogantes.

Daniel

Estamos en la piscina olímpica. Mi club comienza en media hora y sin embargo la he traído aquí primerosin pensarlo.

— Y bueno, este club comienza a las tres y termina a las cinco de la tarde o también hay la opción de cinco a siete de la noche — menciono como primer punto. 

Madeline asienta mientras camina lentamente por el lugar que todavía está vacío. Me imagino que algunos ya han de estar en los vestidores.

— En total, hay cien miembros, desde los 15 años en adelante, y por supuesto, hay cinco profesores — murmuro cuando veo que abre los ojos como platos.

— ¿Tengo que hacer algún tipo de prueba? — interroga cuando empieza a ver que varias personas ya están alrededor de la piscina.

— Si te interesa el club, podríamos consultarlo con mi entrenador — respondo sonriendo. Esperaba y sí se quedara aquí.

Faltan veinte minutos y me apresuro a tomar su mano para caminar hacia el club de Jonah: baseball.

— ¿Y ahora a dónde vamos? — pregunta nuevamente. Muy curiosa, señorita Stevens.

— Olvidamos mencionarte que también hay club de baseball, que es en el que está Jonah — comento para luego detenernos en la cancha. Jonah ya estaba practicando, así que nos quedamos un par de minutos viéndolo.

— Solo hay hombres — susurra Madeline. Y tenía toda la razón, casi ninguna mujer se había atrevido a ingresar al club, y la única que está en el equipo, por increíble que suene, es Jenn.

— Jenn es la única mujer en el club — comento divertido para luego ver su reacción. Una "O" completa se forma en sus labios.

— Me supongo que ella te contará eso más adelante — me adelanto, para luego tomar nuevamente su mano e ir al de Zach. Faltaban quince minutos.

La última parada era la pista de atletismo. No era muy grande, pero tampoco podíamos hablar de una pequeñez. Zach se encontraba descansando en las gradas.

— ¡Zach!— grita Madeline para que luego mi amigo regrese a ver. Cuando nos encuentra, agita su mano en señal de saludo. 

Lo vemos un par de minutos más, trotando levemente alrededor de la pista.

— Admiro mucho a Zach, porque yo no aguantaría ni diez minutos corriendo — asegura Madeline observándolo.

— Lo sé, es bueno en esto — respondo siguiendo a mi amigo con la mirada. — Tengo que regresar a mi club, ¿Quieres quedarte un rato observando? — pregunto al ver lo entretenida que está.

— No, regresemos, ya vendré en otro momento — comenta para luego emprender la caminata a mi lado.

— ¿Y cómo encuentras al instituto? — comienzo un tema de conversación. Quería saber todo de ella.

— Este lugar es inmenso, en mi antiguo instituto éramos 500 estudiantes y los club's eran gimnasia, atletismo y cheerleading que eran opcionales, además no se contaba con residencias ni con tantas canchas, por estar en un barrio algo alejado de la mera ciudad, pero aún así ese sigue siendo mi lugar — responde viendo a todos lados. Me imagino que está maravillada ante tantas cosas nuevas.

— Los club's aquí son para reforzar nuestra salud, con tres horas de gimnasia a la semana no se hace mucho, además están disponibles cuando ya estás en tercer nivel — aclaro. Ella asiente.

— Y me parece maravilloso, este es un lugar increíble y voy a aprovechar todo el tiempo que esté aquí — comenta sonriente. Ya habíamos llegado de nuevo a la piscina. Tenía siete minutos para cambiarme.