➳ Llegada.

1.3K 86 25
                                    

Madeline

¡ESTOY EN UN AVIÓN!

Okay, me calmo. 

No puedo describir lo que siento en este momento. Siento mucho terror de solo saber que estoy a muchísimos kilómetros de tierra, pero trato de controlarme tarareando la canción que se reproduce en mi celular.

Faltan dos horas para aterrizar y creo que ya me he distraído con todo lo que tenía en mente: comer, ver fotos viejas, observar como duerme el señor del asiento 6 con la boca abierta antes de reírme, mascar chicle y escuchar música.

Creo que hay algo más... ¡AH! ¡DORMIR! 

Tenía ojeras, pero definitivamente no había podido cerrar los ojos antes. Intenté poner mi mente en blanco y descansar para no asustar a las personas que me iban a retirar en el aeropuerto de San Diego.

A ver... ¡Contaré ovejas!

1, 2, 3... 60... 

Bufo enojada porque el sueño no venía a mi. Esto iba a ser más complicado de lo que pensaba.

En el aeropuerto (...)

¡HABÍA LLEGADO A CALIFORNIA! 

Mi corazón palpitaba muy rápido y cuando por fin puse mis pies en el suelo, no dejaba de asombrarme con cada cosa que veía.

Un empleado me ayudó con mis maletas hasta la puerta, donde habían MILES de personas alrededor.

Intenté localizar el típico anuncio con mi nombre. Para mi suerte, tardé apenas 5 minutos en ver una foto mía pegada en una gran cartulina, con la bandera de Australia y mi nombre escrito en mayúsculas. Definitivamente tenía que ser...

Y para su mala suerte, apenas había dormido quince minutos, así que no había tenido tiempo de retocarme la cara y ahora estaba pálida como un vampiro.

Enseguida recibí los mensajes en mi celular. Uno de ellos era desconocido, y cuando lo abrí no dudé en contestar. Era uno de los chicos que anunciaba que ya estaban esperándome.

Caminé como pude hasta donde estaban ellos, y a medio camino me ayudaron. Eran tres personas y me sentía cohibida por lo diferente que se sentía. 

—Soy Daniel, Daniel Seavey y es un gusto tenerte aquí — anuncia un chico de ojos azules. Era lindo, con una sonrisa única.

— Soy Jeniffer y estamos encantados de conocerte en persona — comenta la única chica del grupo.

— Soy Gabe y déjame decirte que es increíble poder verte, ahora, te ayudaremos con tu equipaje— comenta el último chico. De él era el número que tenía guardado para que me retiren. 

— La verdad no sé que decirles, como ya saben soy Madeline y es un honor estar aquí, espero que nos llevemos de maravilla— respondo y ellos me sonríen. Me ayudan con las maletas y enseguida nos embarcamos en el gran auto.

Gabe conducía. De hecho, él se veía de unos veinte y tantos años, pero no me atrevía a preguntarle nada.

Iba en el asiento de atrás con los otros chicos, quienes no dejaban de mirarme. No podían ser discretos.

— ¿A dónde nos dirigimos?— intento comenzar una conversación, pero sé que fue muy torpe lo que pregunté. Me doy un golpe mental.

Ay Madeline, si serás.

— A la residencia, conmigo— responde Jeniffer. 

— Creo que no estás bien informada, pero no te preocupes, para eso estamos nosotros— continúa Gabe.

➳Tell me. |Why Don't We|.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora