La daga y el aprendiz

Capítulo XXIV

Al ver aquellas espadas tan limpias y brillantes, decidí bajar a hablar con Eskel.

-Oye, Eskel, como podría informarme sobre estas inscripciones?

-Hay un famoso encantador en Hallen, ve a hablar con él. Pero mañana, ya es tarde.   -Dijo señalando al viejo reloj de la pared-

-De acuerdo, buenas noches.   -Dije un poco disgustado-

La verdad es que estaba muy intrigado por esa espada, pero no me queda de otra que esperar a por la mañana.

Día 10:

Me desperté con un rayo de sol en la cara, de esos que te amargan la mañana nada más despertar. Me vestí rápidamente, bajé corriendo las escaleras de madera, y monté a Rivia. No había nadie abajo, cosa bastante extraña, pero no le di importancia y me fui a Hallen. Tardé casi una hora, pero valdrá la pena. Espero. Después de un cansino recorrido, por fin llegué a la plaza central de Hallen. Allí estaba, el herrero; y a su lado, el encantador. En realidad, para ser encantador, no era muy amable, pero cada uno es como es. Chistes aparte, este señor no me dijo nada importante:

-Buenos días, sabía que volvería.   -Dijo esperanzado-

-Buenos días. Quiero saber qué significan estas inscripciones.   -Dije entregándole la espada-

-Mmmm. Te costará cincuenta monedas.

-Gracias.   -Dije cogiendo mi arma-

-Espera. Lo haré gratis. Los jóvenes de hoy en día no son tontos...  -Dijo para sí mismo- Entiendo. Esto significa "qon ketishi".

-Ajá.  -Dije irónico-

-Eso significa hemorragia, en una lengua muy lejana. Esta espada produce una enorme pérdida de sangre. Es muy valiosa.

-Muy bien, gracias. Aquí tiene, por las molestias.    -Dije entregándole una bolsita con diez coronas-

Después de esto, regresé a la escuela para comenzar la clase de hoy. Me encontré a Vent, apoyado en unas cajas a la entrada de la fortaleza. Estaba esperándome.

-Ai'den. Hoy es un día muy especial. Esta tarde, comenzaremos con las pruebas prácticas. Por ahora, estudia el apartado de "Necrófagos". Estos monstruos se alimentan de cadáveres, y son los más importantes. Nos saltamos tres grupos porque esta tarde matarás nekkers, y tienes que saber cómo matarlos. 

-Perfecto.   -Dije ilusionado-

-Anda, ve a tu cuarto a estudiar.

Subí a mi habitación para estudiarme el apartado correspondiente del Bestiario. ¿Nekkers? ¿Ghuls? ¿Alghuls? ¿Anegados? ¿Espinosos? Estos nombres parecen sacados del siglo once. Que ironía. Casi una hora más tarde, ya era la hora de comer.

-Buenas, Ai' den. ¿Por dónde vas en el Bestiario?   -Dijo Eskel con la boca llena-

-Acabo de estudiarme el apartado de Necrófagos, señor.

-Vas avanzado, ¿eh?. Bien, vas bastante bien.

-Gracias.   -Dije sonrojado-

Terminamos de comer, y Eskel me dijo que fuera con Vent.

Salí a la entrada, y allí estaba, en el mismo sitio.

-Hola, Vent. ¿Qué haces?

-Pensar. ¿Empezamos? 

-Adelante.

-¿Qué son los Necrófagos?

-Son monstruos que se alimentan de cadáveres, ya sean humanos, animales o de otros monstruos.

-¿Qué caracteriza a los Nekkers?

-Son pequeños, la mitad que un humano medio; rápidos; y siempre van en grupos de diez o más.

-¿Y, qué caracteriza a los Espinosos?

-Los Espinosos, al igual que los Demonios Podridos, explotan cuando están a punto de morir. Los Espinosos, como su nombre indica, tienen el cuerpo repleto de espinas, por lo que al explotar, pueden llegar a ser mortales.

-¿Dónde se encuentran los Anegados?

-Cerca de las costas, o bajo el agua de lagos o mares.

-Bien. Y para finalizar, diferencia un Ghul de un Alghul.

-Los Alghuls son iguales que los Ghuls, lo que mucho más peligrosos, ya que los duplican en tamaño. Los Alghuls, cuando se enfadan, activan una protección en su espalda: unos pinchos enormes. En definitiva, los Alghuls son como Ghuls, pero más cabrones. Perdón por la palabra.

-Muy bien, Ai' den, muy bien. Estás listo para la última prueba, antes de la "Prueba Final".   -Dijo abriendo los brazos-

-Sonreí-

-Ve a prepararte. Ponte la armadura, y afila tu espada de plata.  -Dijo seriamente-

¿En serio? ¡Por fin voy a matar un monstruo!