Capítulo 16

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- - - - - Narra Sandra - - - - -

Desde la ventana del avión se ve todo muy diferente, mucho más pequeño, te das cuenta que esos problemas que hacemos enormes quizás no lo son tanto, incluso nosotros mismos somos insignificantes. Puede ser que lo hubiera exagerado todo un poco? Aún no tenía clara la respuesta. Pero allí me encontraba, a 9.000 metros de altura, dentro de un avión, en el que aun faltaban muchas horas para llegar a mi destino. Parecía una locura, alomejor lo era. Es esto a lo que llaman hacer una locura por amor? Sonreía por la ventana mientras pensaba que estaba haciendo lo mismo que Álex, la protagonista de mi libro, aunque fuera por razones diferentes. Fue en ese momento cuando me volví a acordar de ella, miré su collar, la cadena larga me dejaba ver a la perfección el medallón circular que colgaba de ella, con un grabado harmónico, parecido a un mandala, me transmitía paz a la vez que no paraba de sonreir rememorando el momento en el que me lo puso.

Saqué un libro que llevaba en la mochila y empecé a leer un buen rato antes de dormir.

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- - - - - Narra Nagore - - - - -

Habían pasado ya cuatro días desde que Sandra se fue, cada día pensaba en ella, y de vez en cuando me leía su dedicatoria y el mensaje que me envió antes de partir. Esperaba que el viaje le hubiera ido bien y que ella también lo estuviera, mentiría si dijera que no me moría por hablar con ella, mandarle un mensaje, pero tenía que aceptar que la principal razón por la que se había ido era para alejarse de todo lo que la relacionaba conmigo, y que necesitaba desconectar, no quería agobiarla ni presionarla.

- - - - - Narra Sandra - - - - -

Cuando te vas de vacaciones los días pasan más rapido, te encuentras mejor e incluso te sientes más fuerte, al menos eso es lo que me pasa cuando viajo. Siempre que lo hago me gusta probar cosas nuevas, así que queriendo revivir algo más de la historia de "Reir al viento" me apunté a hacer surf. Quién me hubiera dicho a mí que a mis 40 años, a una semana y poco más de cumplir los 41 haría mi primera clase de surf! Tengo que admitir que muy bien no se me dió pero me apetecía repetirlo en varias ocasiones más antes de llegar a Madrid. Madrid.. estaba tan lejos de allí... Qué estaría haciendo Nagore? Estaría la prensa insistiéndole en que contara nuestra historia? No me gustaría que la presionaran a ella sin estar yo allí, ella también necesitaba mi apoyo, por muy fuerte que fuera. Pensaba mucho en ella, mucho más de lo que me esparaba antes de venir. Era increíble como estando tan lejos la podía echar tanto de menos y en cambio haber podido llegar a ignorarla estando tan cerca. Cogí el mobil, allí ya sería casi de noche, no sé si ya se habría ido a dormir, pero tampoco me importaba que se despertara viendo mi mensaje. Por sorpresa estaba en línea. Estaba un poco nerviosa, pero finalmente le escribí.

Tú: Hola! Cómo estás?

Me dí cuenta esa vez que no era un "cómo estás" cualquiera, uno de esos en los que esperas que la otra persona te responda con un bien, gracias, convirtiéndose en el inicio de otra conversación. De verdad quería saber como estaba, y estaba a punto de saberlo, estaba escribiendo.

- - - - - Narra Nagore - - - - -

Me invadieron un sinfín de emociones al ver el mensaje de Sandra, estaba ansiosa por contestarle, repleta de esos nervios que aparecen cuando hablas con alguien que te gusta y feliz por saber que verdaderamente se acordaba de mí.

: Yo estoy bien. Tú cómo estás? Llegaste bien?

Sandra B.: Yo estoy bien. El vuelo un poco largo, pero por lo demás genial. Seguro que estás bien? 

Sonreí como una tonta cuando me preguntó por segunda vez como estaba, veía que necesitaba asegurarse que estaba bien, y aunque no estuviera en la situación idílica que esperaba con ella, se lo volví a confirmar.

Tú: Te aseguro que estoy bien, y mucho mejor ahora sabiendo que tú también lo estás.

- - - - - Narra Sandra - - - - -

Aunque no le pudiera ver la cara y mirarle a los ojos para saber si estaba bien confié en sus palabras.

Tú: Sólo espero que no te estén presionando mucho por el tema de las fotos

Nagore Robles: La verdad es que no, a veces me cae alguna pregunta por parte de alguien pero ven que no voy a hablar del tema y ya están dejando de insistir. Pero no quiero que pienses en eso Sandra...

Tú: Tienes razón, no tendría que pensar en eso, pero a veces me siento culpable por haberte dejado a ti todo el marrón...

Nagore Robles: Tu no me has dejado ningún marrón. En serio, no te preocupes. Disfruta al máximo todos los días que estés por allí.

Estaba siendo muy generosa conmigo, no me presionaba en ningún momento y sentía su cariño por todo lo que me decía, a pesar que sólo pudiera leer sus palabras a través de un sinfín de píxeles.

Tú: Creo que nunca podré agradecerte lo que estás aguantando. Te aseguro que estoy pensando mucho en tí.

Nagore Robles: Sabía que ese collar me serviría para algo

Siempre sabía sacarme una ronrisa, y siempre lo hacía en el momento adecuado.

Tú: Lo llevo puesto. Pero he de decirte que aunque todo ayuda, sin él tampoco hubiera dejado de pensar en tí un sólo instante.

Quiéreme, así de bienDonde viven las historias. Descúbrelo ahora