Capítulo 66

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- - - - - Narra Nagore - - - - -

Al ir a hablar con el director, me contó qué semana iría a Supervivientes, me puso un poco al día de todas las condiciones, y al ser tan tarde poco más hicimos. Me dijo que aún tenía cosas para contarme, tema vacunas y demás, por lo que quedamos antes de la grabación de mujeres y hombres para acabar de sellarlo. De camino a casa empezó a venir el arrepentimiento. Ni siquiera lo había firmado y ya me pesaba el hecho de haber confirmado mi participación. No paraba de dar vueltas en la cama. Faltaban escasas horas para firmarlo, y si quería tomar una buena decisión no podía permitirme dormir hasta que no tuviera las cosas claras. Un montón de dudas y preguntas empezaron a arrojarse sobre mí. 

Ya había participado en dos realities, y la vida te cambia completamente al salir de ellos, ya sea para bien o para mal, pero rara vez te mantiene indiferente, siguiendo con la vida de antes. En ese momento tenía todo lo que podía desear, no me faltaba nada, no quería cambiar nada. Por otro lado me aterrorizaba un poco todo lo que el concurso suponía, a mi parecer era el más duro, y sufrir siempre nos lleva al límite. Ahora que cada vez estaba más calmada, conociéndome, no encontraba ninguna razón que tuviera tanto peso como para dar un sí definitivo. 

Quizás la falta de tiempo al firmarlo únicamente fue una segunda oportunidad, para no ser tan impulsiva y pensar en todas las repercusiones que un acto puede conllevar. Eso me hizo pensar en Sandra, es la persona que me ha hecho aprender que a veces hay que parar, sólo respirar y concentrarse en lo que uno de verdad quiere. Sin quererlo, involuntariamente también le supondría un problema a ella, sé que me apoyaría y que lo haría con todo el cariño del mundo, pero no pude evitar olvidarme de su mirada cuando se lo dije, ni del abrazo impulsivo que me dio la última vez de vernos. Éramos pareja, y ella era una de las presentadoras, el estar solamente una semana y no ser concursante oficial no le podría perjudicar mucho en factores externos, nadie podría criticar que hubiera favoritismo, pero, cómo lo viviría ella desde plató? 

Quise e intenté olvidarme de todo lo negativo, para conseguir centrarme en los puntos positivos, y sólo encontré que era una buena experiencia, que con todos los motivos anteriores, el "buena" ya no me sonaba ni la mitad de bien. Me negué a mi misma con la cabeza. El tema me agotó totalmente, a pesar de que me faltaban unas tres horas para levantarme, los ojos se me cerraron solos.

- - - - - Narra Sandra - - - - -

No paraba de hacer remolinos al café con la cuchara. Sabía que no sería el único del día. Había pasado la noche bastante mal. Nagore ya había firmado el contrato y no había marcha atrás. Me sentía bien al haberla apoyado en su decisión, en no repercutir negativamente en nada que quisiera hacer, pero a la vez no creía haber actuado del todo correctamente al no decirle lo que pensaba en realidad. No hace falta mencionar que a esas alturas ni se me ocurriría contárselo, mi oportunidad de darle mi parecer ya la había perdido. Ahora sólo podía apoyarla, que cogiera fuerzas y que eso la ayudara a pasarlo lo mejor posible. 

Por la tarde habíamos quedado, supongo que iríamos a tomar algo, y después de eso dejarnos llevar por planes improvisados, como ya me había acostumbrado a hacer con ella. Una hora antes le mandé un mensaje para concretar lugar, y después de arreglarme un poco y suspirar dándome ánimos a mi misma en frente del espejo, salí de casa.

Casi siempre llegaba yo antes a los sitios dónde quedábamos, por eso me sorprendí un poco al principio al verla ya allí sentada en la mesa del bar dónde habíamos quedado. Le puse la mano en el hombro y enseguida me sonrió al darse cuenta de mi presencia.

Sandra: Pensaba que todavía no habrías llegado y ya te estás tomando el café sin mí... - iba diciendo la frase mientras ella se levantó a darme un beso -

Quiéreme, así de bienDonde viven las historias. Descúbrelo ahora