Capítulo 32

4.4K 78 8
                                    

- - - - - Narra Nagore - - - - -

El debate iba de maravilla, en las dos primeras publicidades aprovechamos para hablar entre todos un poco más. Con Sandra solo había podido cruzar un par de miradas porque estaba muy solicitada. Faltaba poco para la tercera publicidad, que sería la más larga y ya tenía en pintalabios en la mano. Sandra anunció con una gran sonrisa a los espectadores que volvíamos en nada, unos minutitos, y cuando la cámara dejó de enfocarla se dirigió lo más rapido posible hacia fuera de plató, supongo que dónde habíamos quedado, para que no nos vieran salir juntas.

Nagore: Carmen, te dejo esto aquí un momento, que voy al lavabo -me levanté de golpe y me dirigí yo también fuera del plató-

Carmen: Pero Nagore...

Me giré hacia ella y desde lejos le dije que ahora volvía. Sandra estaba justo dónde me había dicho, estaba sola y me acerqué.

Sandra: Ven -dijo extendiéndome la mano-

Nagore: Dónde me llevas?

Sandra: Allí detrás, que aquí alomejor viene gente ahora

Estábamos en un rincón, detrás de un montón de maquinaria de producción. Yo no podía parar de sonreir, y me dejaba guiar totalmente por ella.

Nagore: Que guapa estás...

Sandra: Tu también... Estás guapísima

Nagore: Toma, para qué lo quieres? -Dije acercándole el pintalabios-

Sandra: Tú que crees?

Me puso sus manos en la cara y con mucha delicadeza me atrajo hacia ella. Me dio un beso, mis manos fueron solas hacia su cintura, para pegarla aún más a mí. Era un beso tras otro, sólo nos separábamos para sonreir. Ella parecía que se controlara un poco para no quitarme demasiado el maquillaje, pero a mí en ese momento eso me daba bastante igual.

Nagore: Estás loca... Nos van a pillar -dije con una gran sonrisa-

Sandra: Pero si no hay nadie mi amor...

Me volvió a besar, yo estaba petrificada. Me había dicho "mi amor". Nunca le había escuchado llamarme algo parecido. Y aunque estuvieramos genial en nuestra relación hacía tiempo que no nos dedicábamos un te quiero. Puede que fuera por vernos poco, o simplemente porque hacía tanto tiempo que no pronunciábamos las palabras, que hubiera sido como decirlo de nuevo por primera vez, y la primera vez siempre cuesta e incluso da un poco de miedo la reacción del contrario.

Nagore: Te quiero mucho

Sandra: Yo también te quiero

La abracé con todas mis fuerzas, dándole un beso en la mejilla. Fue un abrazo totalmente espontáneo al que ella respondió de mejor forma imposible.

Anunciaron que en tres minutos empezábamos, teníamos que ir ya porqué a Sandra siempre le retocaban un poco el maquillaje.

Sandra: Trae el pintalabios

Me retocó los labios para no delatar lo ocurrido, y ella se limpió un poco con un papel que trajo, lo tenía todo pensado.

Nagore: Madre mía Sandra piensas en todo...

Sandra: Le estoy empezando a coger gusto al jueguecito este, ya soy una profesional

Nos sonreímos y nos dirigimos hacía plató, cada una entrando por un sitio diferente.

Carmen: Te has pasado toda la publicidad en el labavo hija...

Nagore: Tampoco he estado tanto rato, un par de minutos

Carmen: Ya...

Me quedé callada al escuchar la respuesta de Carmen que parecía no creerse nada de lo que le decía.

Carmen: Nagore

Nagore: Qué?

Carmen: Tu sabes que el lavabo está en dirección opuesta a la que has ido no?

Me quedé pálida. Es que se tiene que dar cuenta de todo la gente? No sabía qué contestarle, esta vez me quedé sin respuesta rápida, pero enseguida me acribilló con la siguiente pregunta

Carmen: Sandra ha ido al mismo lavabo que tú?

Nagore: Vale, vale... No he ido al lavabo, contenta? -le contesté casi rogando que parara de preguntar-

Carmen: Sí, contenta. Que adorables llegáis a ser...

Su comentario hizo que soltara una sonrisa y negara con la cabeza mirando a mi libreta. En la que esa noche apenas había apuntado nada.

El haberme visto con Sandra me relajó muchísimo. Necesitaba darle un beso, me animó en sobremanera y estaba más activa en plató. Lo disfrutaba más, sonreía a cualquier comentario positivo y me reía ante la chorrada más insignificante. Hubieron un par de parones más a lo largo del debate, pero no volví a hablar con Sandra. Me lo pasaba muy bien charlando con los otros colaboradores. Con Carmen, por supuesto, por la confidencia que había entre ambas, y Miguel cada vez me caía mejor. Empezaba a sentir que podría llegar a ser uno de los trabajos que más iba a disfrutar, aunque enseguida pensé en que meterían a Aída dentro de poco, y de una manera u otra las cosas empeorarían. Pero me lo estaba pasando tan bien, que oye, mientras pueda estar así, porqué preocuparme otra vez?

Quiéreme, así de bienDonde viven las historias. Descúbrelo ahora