Capítulo 97

4.2K 74 13
                                    

- - - - - Narra Sandra - - - - -

Comimos las dos en el hospital, a mi me trajeron la comida, y me costó convencer a Nagore que ella fuera a por algo de comer también, no quería salir de la sala, al final accedió para no escucharme más. La tarde, mientras esperábamos a que el médico volviera, fueron un no parar de risas, con ella siempre era así. Aproveché un rato para llamar a mi madre y a mi hermana, se alegraron de saber que todo había salido bien, me tocó escuchar un par de consejos que no sabía si se iban a equiparar mucho con los que me daría el médico, pero el consejo de una madre, por muy malo que parezca siempre se debe tener en cuenta.

Vinieron un par de enfermeras a curarme de nuevo la herida, dejaron que Nagore se quedara por si después deseaba hacerlo ella en casa, sin pensárselo un segundo accedió. Estaba tan atenta a todo lo que le decían que parecía que sólo le hiciera falta tomar nota. Esperamos un rato más, a que viniera el médico a darnos el alta.

Domingo: Bueno, cómo está? No hay dolor, no? - dijo acercándose a nosotras -

Sandra: No, es un poco incómoda esta cosa pero todo será acostumbrarse supongo

Domingo: Tranquila, que "esta cosa" como la llama usted sólo la tendrá que llevar hoy y mañana, si la noche del día siguiente se lo puede dejar también mejor.

Llevaba en la rodilla un inmovilizador, que aquello más bien parecía una colchoneta hinchable.

Domingo: Estos dos días que lo lleve tiene totalmente prohibido apoyar el pie en el suelo. Viven juntas? - dijo mirando a Nagore -

Nagore: Sí, sí, vivimos juntas. 

Domingo: Genial, pues la tendrá que ayudar. Ahora está en el momento más delicado y si apoya demasiado el pie en el suelo se podría alargar el proceso de recuperación. A partir de los dos o tres días, empiece poco a poco, al principio sólo ir poniendo el pie en el suelo, si ve que puede hacerlo sin ningún problema, intentar levantarse, eso sí siempre con muletas. Y los procesos siguientes como usted se vaya adaptando mejor.

Sandra: Tengo que ir a trabajar el lunes de la semana siguiente

Domingo: Trabaja sentada o de pie?

Sandra: Normalmente de pie, pero seguro que se podría hacer un apaño para que lo pudiera hacer sentada

Domingo: Si puede hacerlo sentada no tendrá ningún tipo de problema, porqué si todo va bien el fin de semana ya podrá andar, aunque cojeará un poco al principio, y no podrá hacerlo durante mucho rato, eso sí, si es de pie... olvídese.

Miré a Nagore, la entendí a la perfección sin pronunciar palabra, una mirada de "lo has entendido bien, no? porque yo sí".  Asentí con la cabeza, nos siguió dando instrucciones, de cuando podría iniciar la rehabilitación, dónde podría hacerla y un largo etcétera, etcétera de cosas por hacer y tener en cuenta.

Llegamos a casa sobre las siete de la tarde, sólo había estado en el hospital nueve horas, pero odiaba estar allí, todo son malas caras, gente quejándose y paredes blancas sin ningún tipo de gracia. Cómo era de esperar, al pisar el suelo de casa Nagore empezó a ayudarme en todo, me acomodó en el sofá y empezó a preparar un montón de cosas.

Nagore: Estás cómoda? Voy a buscar un taburete para que puedas apoyar la rodilla

Ni siquiera me dejaba contestar a las preguntas que me hacía, iba hablando sola de arriba para abajo.

Nagore: Así... perfecto. Estás bien?

Sandra: Est...

Nagore: Agua! Voy a buscar agua

Quiéreme, así de bienDonde viven las historias. Descúbrelo ahora