Capítulo 86

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- - - - - Narra Sandra - - - - -

No me creía lo que acababa de pasar... no me lo quería creer. Estaba fatal, estaba mal ya antes de llamarla, pero no me hubiera pensado nunca que me colgaría el teléfono como lo había hecho... y por muy enfadada que estuviera ni siquiera se dignó a decirme nada más cuando le dije que me tenían que operar. Estaba todavía tumbada en la cama, ladeé un poco la cabeza y vi el billete de avión encima de la mesita de noche, de la rabia que tenía dentro me levanté de golpe y tiré el billete a la basura.

James se había asustado, ya habían pasado dos horas desde que me había cabreado tanto y no daba señales de vida, siempre se escondía..., cuando por fin conseguí relajarme un poco, aun teniendo un poco los ojos hinchados por lo que había llorado me sonó el móvil, con su nombre en la pantalla

Sandra: Va apañada si piensa que se lo voy a coger... 

Lo cogí y colgué, en esos momentos eché mucho de menos el teléfono fijo... que cuando descolgabas sin saber quién estaba detrás de ese cacharro y al contestar descubrías quién era te podías permitir colgar con un golpe contundente, haciendo que el otro se apartara de golpe del auricular llevándose un buen susto. Pasaron escasos segundos y su nombre estaba en la pantalla otra vez, por lo visto no había pillado la directa, repetí la misma acción que antes, esperando esta vez que fuera la última que tuviera que deslizar mi dedo hacía ese gran punto rojo para denegar la llamada. 

No me volvió a llamar, pero me mandó un WhatsApp, no quería abrirle la conversación para que viera que lo había leído, así que deslicé la pantalla hacia abajo para ver lo que había puesto, al fin y al cabo tanta insistencia tendría que ser por algo.

Nagore Robles: Cariño, por favor, cógeme el móvil... necesito hablar contigo, no te he co...

Era lo único que se podía leer, para seguir leyéndolo sabía que tarde o temprano tendría que acabar abriendo la conversación. Pero lo iba a hacer más tarde que temprano. 

Ese día no tenía ganas de hacerme la comida, no tenía ganas ni de comer... cogí algo de fruta, y me fui a mi despacho a escribir a que pasara el tiempo.

- - - - - Narra Nagore - - - - -

Tardé mucho en llamarla, me costó recuperarme de la noticia, y me hundió mucho más el ver como se había enfadado porqué no le contestara. Era muy obvio que se enfadara, estaba segura de que creería que no le había contestado porque se pensaba que seguía enfadada con ella... Cuando ya había respirado un poco la llamé, me temblaba la mano, pero sabía muy bien lo que le quería decir. El enfado ya se me había pasado por completo desde el momento que vi que me llamó, ahí ya me olvidé de todo, de nuestra pelea. Necesitaba darle una explicación del porqué no le contestaba, de que ya no estaba enfadada, que había sido un poco estúpida por pensar lo que le dije por ese texto sin importancia después de todo lo que había hecho por mí en Bali, decirle que iba a estar apoyándola en todo momento en el tema de la operación, que no se preocupara por nada, que todo saldría bien, y que yo la ayudaría a curarse del todo, que la quería, mucho, tenía  tantas cosas por decirle... 

Solté un suspiro de agobio al notar como me había colgado, volví a marcar su número con muy pocas esperanzas de que lo cogiera, y esa pizca de luz se fue al garete cuando volvió a cortar la llamada.

Le hablé por mensaje, era la única solución que encontraba de poder comunicarme con ella, así que le escribí

Tú: Cariño, por favor, cógeme el móvil... necesito hablar contigo, no te he contestado porqué no podía, me ha venido muy de sopetón que me dijeras que te tienen que operar... sé que te has enfadado por ese motivo, y no quiero que pienses que no te he contestado porqué tenía una rabieta, para nada ha sido eso, te quiero demasiado, aunque seguramente ahora pienses lo contrario... odio tener que hablarte así, necesito decirte muchas cosas Sandra, por favor... por la noche te vuelvo a llamar, no me cuelgues...

Quiéreme, así de bienDonde viven las historias. Descúbrelo ahora